Narciso Isa Conde
Cuarenta y cinco años después de su vil asesinato valen todos los homenajes a su eterna rebeldía. Más cuando los tiempos presentes son para los seres humanos de su estirpe. Tiempos para ser como él, sin copia ni calco, pero si valientes, innovadores/as, subversivos/as…
¡Cuánta falta nos hace sus Microscopios a los compases de esta suma de crisis superpuestas y rebeldías sin meta política precisa!
Sobre todo cuando vemos como el antiimperialismo, las críticas al capitalismo, la alternativa socialista la solidaridad internacionalista, la revolución está ausente en muchos comunicadores e intelectuales de estos tiempos.
Los motivas sobran para tratar de ser como Orlando.
-Crisis ambiental, bajo amenaza de depredación sin límites y del azote del triangulo minero de la muerte: Falcondo y Barrick… en el centro de la isla; Gold Quest y otras en el Sur, y Uni-gold y comparsa en el Noroeste.
Crisis agobiante del sistema de corrupción e impunidad que lo toca todo y lo pudre todo.
Crisis de salud y seguridad social asaltadas por ARS y AFP privadas asociadas a políticos y capitales delincuentes. Caos en el transporte. Mafias eléctrica-energéticas. Prostitución de múltiples conquistas, incluida el 4% para la educación. Déficit brutal de viviendas y ausencia de seguridad ciudadana. Capitalismo y poder gansterizado. País neoliberalmente re-colonizado.
Tiempos para Orlando, para ser como él, no solo para llevarle flores.
Cuánta falta nos hace sus desafiantes Microscopios en estos tiempos de ferocidad y voracidad imperialista contra Nuestra América y el mundo.
De amenaza de golpe e invasión a Venezuela bolivariana.
De crueles guerras de reconquista, racismo desbocado, feminicidios a granel y desigualdades espantosas.
Cuanta falta hacen las críticas y la independencia frente a las derechas opositoras y a las simulaciones de cambios.
Sobre todo en tiempos también de nuevas indignaciones y rebeldías, resistencias y ofensivas populares necesitadas de nuevos sueños realizables, movimientos y propuestas transformadoras.
Tiempos de Orlando, aunque no idénticos a los suyos.
Nuevos tiempos.
Suma de los antes y los de ahora, los pasados, recientes, presentes y porvenir.
Tiempos para renovar ideas y métodos, teoría y práctica. Tiempos para hacer lo que él hizo cuando le tocó vivir y luchar: recrear pensamiento y acción.
Nuevos tiempos en un mundo cambiante y convulsionado.
Tiempos para nuevos Orlando y nuevos Microscopio.
Tiempos que nos plantean el desafío de construir democracia de calle, poder destituyente y constituyente, redes sociales propias, medios alternativos…Que nos exigen no permitir ni el declive ni el mal uso de la nueva esperanza verde y negra que brota del alma nacional. Que nos conminan, no solo a seguir marchando y manifestarnos, sino también a desobedecer, desafiar e insubordinarnos.
Tiempos en los que, por fin, nuevos Orlando resurgen como relevo en el seno de la nueva indignación joven vestida de negro.
