Opinión Opinión Izquierda Dominicana

LA SALUD COMERCIALIZADA CORROMPE EL SISTEMA, MATA Y ENVENENA LA HUMANIDAD

Narciso Isa Conde

  • Bill Gates asalta la OMS y Trump la “suelta en banda”.
  • Hay que rebelarse contra la trampa mortal del capitalismo genocida y ecocida.

El negocio es enorme y redondo.

Las corporaciones farmacéuticas están en la cúspide del imperialismo, compitiendo con las más poderosas transnacionales en los primeros lugares de activos y ganancias.

Tienen un enorme peso en riqueza y poder dentro de la facción “globalista” de la burguesía transnacional, y eficaces conexiones con el poderoso sector de las comunicaciones, micro-electrónica e informática.

El imperialismo occidental, con EEUU a la cabeza, se ha “pentagonizado” y “otanizado” a la luz de su prolongada crisis de decadencia.

La militarización es cada vez mayor, forzando a superpotencias  emergentes adversas (tipo Rusia y China) a una nueva competencia armamentista.

Esa competencia dispendiosa priva a la humanidad de medios de vida, mientras los poderes constituidos se aprovisionan de medios de muerte y destrucción.

Pero no solo.

  El progresivo proceso de “gansterización” de la dinámica empresarial del capitalismo a nivel financiero, comercial, industrial… lo ha convertido  en una especie de LUMPEN CAPITALISMO- IMPERIALISMO (capitalismo mafioso).

Corrupción, privatización, oleadas tecnológicas de última generación y concentración de riqueza y poder, han ido de la mano en el contexto de la restructuración neo-conservadora y postmoderna del dominio del capital.

Ninguna instancia de decisión, ningún organismo multilateral, ha escapado a su fuerza expansiva contaminante, impregnada de esos “atributos” degradantes.

  • EL COVID HACE BROTAR MÁS PUS.

La corrupción y privatización han exhibido capacidades camaleónicas inéditas y modalidades diversas; unas protegidas por la “secretidad”, otras develadas por las crisis, o por  disidencias internas y pugnas  entre  facciones del gran capital. Pero desveladas al fin.

Sucede, además, que interioridades desconocidas o denunciadas con débil sonoridad, brotan ahora por torrentes al combinarse y agudizarse los diversos componentes de esta multi-crisis del capitalismo mundial.

La pandemia COVID 19 -montada sobre la “pandemia” del gran capital (1)– entre sus tenebrosas maldades, ha tenido la virtud de sacar a flote el pus menos propagado del sistema global de salud, los asaltos soterrados  o enmascarados de las grandes empresas privadas a sus espacios aparentemente públicos o interestatales, y la enorme dimensión y mutaciones del tráfico de influencia en sus entrañas.

La crisis actual ha catapultado a las redes sociales viejas y nuevas revelaciones, le ha dado un volumen y una proyección imposible de alcanzar en tiempos normales.

Ella, además, ha potenciado viejas y nuevas contradicciones espoleadas por los efectos de la decadencia institucional y las fracturas al interior de la clase dominante y los poderes supranacionales.

  • BILL GATES ASALTA LA OMS Y CAPITANEA UN PROYECTO DE SALUBRIDAD TOTALMENTE PRIVATIZADO.

Hoy se conoce mejor el significado que tiene que el magnate Bill Gates, fundador y dueño de MICROSOFT, financie directamente el 90% del Programa de Medicamentos de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD-OMS  y que el 80% del presupuesto de esa entidad se está financiando con donaciones privadas canalizadas a través de la FUNDACIÓN BILL Y MELINDA GATES.

La denuncia proviene del economista español Germán Velázquez, ex –funcionario por 20 años de la OMS, refrescada recientemente por en el periódico digital REBELIÓN en un artículo firmado por Jorge Santa Cruz (2).

Gates pasó así a ser el nuevo y preeminente factor privatizador de la OMS, influyente en sus compras, sus decisiones sobre epidemias y pandemias, fabricación de vacunas rápidas y lentas, y conexiones con las industrias farmacéuticas.

Pero no solo.

Bill se acercó a esa esfera de negocio con un  proyecto superior a su  ya fuerte gravitación sobre la OMS y en su red institucional bajo el manto de la ONU.

Él, su cuate George Soros y Steven Rockefeller son los principales ideólogos y líderes de la facción capitalista-imperialista globalizadora; con sede en EEUU, vocación y ejercicio supranacional, actualmente en contradicción con Donald Trump y el nacionalismo fascistoide estadounidense.

 Ese sector tiene en marcha un proyecto de sistema mundial de salud que procura reemplazar a breve plazo la ya desgastada OMS. Pero que además –y esto es lo más relevante- conjuga los intereses de su Microsoft y empresas afines, con los de los grandes laboratorios farmacéuticos y grandes corporaciones  relacionadas con el tema salud.

Bill Gates entiende que la OMS agotó su papel, porque se ha concentrado “en monitorear epidemias” y afirma que lo que se necesita es “un sistema eficaz”. Un nuevo sistema de salud que se apoye en “celulares, mapas satelitales”,  en los avances en la ciencia “biológica”, la fabricación de “vacunas rápidas”,  las “drogas de última generación” y una organización cuasi militar asociada o apoyada por fuerzas militares y policiales regulares. (3)

Ese proyecto cuenta con el respaldo de las corporaciones Welcome y Master Cart, entre otras.

La amalgama que impulsa el liderazgo globalista estadounidense, está pues muy a tono con los intereses de las corporaciones del mundo digital-microelectrónico-informático y del mundo de los grandes laboratorios y corporaciones vinculadas a los negocios sanitarios, con fuertes conexiones con del complejo militar-industrial ¡Un combo jugoso que obtiene enormes beneficios con las pandemias y las llamadas enfermedades “crónicas” o “terminales”, realmente evitables!

Todo esto permite comprender mejor el por qué la delegada de la Oficina Panamericana de la Salud-OPS en República Dominicana refrendó las elecciones municipales del pasado 16 de febrero, a pesar de que se sabía de la presencia de las primeras contaminaciones de COVID 19 en el territorio nacional, sin ninguna represalia posterior de la OMS.

  • EL ROL FUNESTO DE DONALD TRUMP.

En ese contexto no debe obviarse el rol de Trump y lo que él representa.

El presidente actual de EEUU  no es un simple “loco”, mucho menos el único culpable de lo que pasa y lo que hace hoy, en su territorio y en el mundo, esa superpotencia mundial.

 Es un engendro neofascista propio de la descomposición y decadencia del sistema capitalista, sintonizado con una gran parte del racismo y la xenofobia imperialista incubada en la mayoría blanca de ese país y en el gran empresariado conservador y ultranacionalista.

Es una expresión de una corriente mundial donde abundan los Bolsonaro, Le Phen, Martely, Juan Orlando Hernández, Macri, Uribe, Iván Duque,  Otto Guevara, Guaidó y otros muy presentes en la Europa de hoy.

Es parte de las fracciones de la clase burguesa y de la “intelectualidad” más ignorantes y conservadoras, y más prostituidas, presentes y actuantes en las entrañas del imperialismo actual.

Es, como muchos otros/as, un estafador de bienes raíces y evasor de impuestos.

Un empresario del espectáculo y la diversión banal, metido en tráfico y negocios sexuales, con dotes de “show man” y bastante experiencia en los llamados “reality show”.

Impulsivo

Despota.

Temperamental.

Atolondrado.

Útil  como relevo del sistema en tiempo de desgaste del “stablishment” o clase política tradicional, y de los efectos negativos de la globalización neoliberal en el mercado interno y sobre la fuerza laboral de EEUU.

Útil para “enfriar” el sector desplazado del gobierno y favorecer posteriormente su relanzamiento electoral.

La lógica pendular bipolar en el juego electorero.

 Algo más específico, merecedor de examen, son los porqués de sus diferencias secundarias con los “globalistas”, al tiempo de su distanciamiento respecto a la OMS

Trump -con menos fuerza económica propia que los magnates globalizadores, pero con importantes respaldos de corporaciones tipo KFC, McDonald, Pepsico, Applebees, ATyT, Forbes, Taco Bell, General Motor, Exxon Mobil, Hyundai y otras- en cierta medida, no por las misma razones, le está facilitando la labor a sus adversarios políticos para deshacerse de una OMS en declive;  luego de haber ganado temporalmente puntos favorables  en la  reactivación interna de la economía estadounidense y ahora nueva vez en fase depresiva. (4)

Le quita el subsidio a la OMS por tres razones: privilegia en extremo la economía del capital frente a la salud colectiva, no puede controlar esa institución y él y su facción imperialista son enemigos del multilateralismo y de sus organismos internacionales; procurando siempre refugiarse en el proyecto de “engrandecer” a EEUU, ahora con más dificultades que antes.

  • LA TRAMPA MORTAL IMPUESTA POR EL CAPITALISMO.

La humanidad ha sido metida por los detentadores de gran capital y sus grandes negocios en una trampa mortal, útil para generarle enormes ganancias a sus carteles económicos, siempre a costa de la vida y la salud de nuestros pueblos y de la Madre Tierra.

Somos presos -y no de confianza- de quienes han tendido ese cerco criminal, destinado a generarle poder y riqueza, envenenando y matando.

El desafío político es dinamitar políticamente los barrotes y los designios de ese cautiverio.

La humanidad y el planeta solo se salvan de un largo caos e intensos sufrimiento si logramos hundir lo más pronto posible el capitalismo  y crear una sociedad mundial solidaria y  un sistema global respetuoso de la Casa Común llamada a acogerla, lo que Jorge Beistein denominó como “Comunismo del Siglo XXI” (5).

22-04-2020, Santo Domingo, RD.

  1. “Las Pandemias del Capital”.- Grupo Babaria /Rebelión 10-04-2020.
  2.  Fuente/ “Corona virus: la humanidad cautiva y la presidencia mundial del Bill Gates”. 4 de abril 2020.
  3. VIDEO.- ENTREVISTA en TED a Bill Gates / 2015 (youtube -xe0fljxicooo).
  4. “LAS EMPRESAS QUE APOYAN (Y LAS QUE NO APOYAN A DONALD TRUMP”.- Carlos Aguirre / Tercera Vía. MX /02-02-2017
  5. “Comunismo o Nada”, Jorge Beinstein, Capítulo III, pág. 93.- Editorial Trinchera, Caracas 2014
MC

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