IZQUIERDA REVOLUCIONARIA- IR Y MOVIMIENTO DE ACCIÓN POR UNA NUEVA DOMINICANA-MANDO
La situación nacional se ha modificado en sentido negativo y su curso inmediato, dada la nefasta actitud del poder dominante, no augura mejorías sensibles ni antes ni inmediatamente después de las votaciones fijadas para el 5 de julio del año en curso. Más bien todo tiende a agravarse.
Multi-crisis de impacto brutal.
La crisis del sistema capitalista ha tenido un severo impacto sobre las condiciones de vida, en tanto que, en medio de la pandemia, los graves problemas económicos y de salud colectiva, han sido intencionalmente volcados sobre el pueblo trabajador, las capas medias y los sectores empobrecidos; generando un deterioro social de enormes proporciones.
Las compensaciones, vía asistencialismo de emergencia, han sido extremadamente precarias.
Los contagios y las muertes por COVID 19 , lejos de contenerse, repuntan; mientras que, los intereses corporativos de las farmacéuticas, ejerciendo la salud como negocio, controlan la OMS y gobiernos sin dignidad y soberanía para bloquear los tratamientos alternativos.
Estamos frente a una catástrofe social caracterizada por la suspensión de más de un millón trabajadores/as, quiebra de una gran parte de las pequeñas, medianas y micro-empresas, empobrecimiento de los viejos y nuevos desempleados, e incremento extraordinario de la miseria en sectores informales y marginados.
El déficit fiscal supera los 250 mil millones de pesos. La contracción del PBI llega al 6.5 % del total. La deuda externa representa casi un 60% del PBI, consume más del 40% del presupuesto nacional y pretende ser aumentada bajo la tutela de los organismos multilaterales (FMI, BM, BID, etc.).
La crisis ambiental, anuncia una peligrosa escasez de agua, con amenaza de profundizarse por la intención de ampliar la minería extractiva como supuesta “palanca de recuperación económica”, a costa de la destrucción de las fuentes de vida.
Esta crisis viene de lejos y tiene responsables conocidos: los integrantes de la clase gobernante-dominante, la partidocracia clientelista inmersa en la narco-corrupción, y las mafias políticas, empresariales y militares de todos los colores.
La pandemia COVID 19, y especialmente la forma en que ésta ha sido manipulada por esas elites del poder, sencillamente la ha desnudado, acelerado, profundizado; volcándola expresamente contra nuestro pueblo.
La existencia cotidiana se ha tornado dramática, con efectos prolongados, para la población envejeciente, la niñez y las personas afectadas por enfermedades crónicas.
El personal electoral, los militares, policías y trabajadores de la salud, que están en la “candelá”, se convierten también en personas altamente vulnerables. Todo esto para imponer la continuidad y remodelación de la dominación ejercida por las facciones más fuertes del gran capital.
El patrón dominante se impone desde fuera. Opera desde el centro imperialista estadounidense y occidental contra la periferia colonizada…Se impone de arriba hacia abajo, contando con la anuencia de Estados sin soberanía y políticos y empresarios con enormes fortunas acumuladas, que han sido protegidas y preservadas a lo largo de la expansión de la pandemia.
¡Ni los grandes capitales tradicionales, ni los dineros robados, ni la corruptela pública, ni la especulación privada, ni las ambiciones de la partidocracia corrupta, han sido tocados!
Las elecciones no detendrán la crisis
Las votaciones para Presidencia y Poder legislativo habrán de realizarse en medio de este grave cuadro político, económico y social, que incluye el rebrote de la pandemia y el fracaso de una apertura económica inoportuna y pésimamente planeada.
La campaña electoral se ha convertido en espacio de mayores contagios y nuevos traumas políticos institucionales, con el agravante de que ninguna de las opciones enfrentadas tiene soluciones a esta mega crisis y a sus desgarradores impactos sobre la vida de las mayorías nacionales, inmersa por demás en la narco-politica.
No hay soluciones dentro de estas instituciones y partidos corrompidos, ni dentro de la vigente Constitución neoliberal.
Las dos opciones políticas que predominan nos traen el mismo esquema de ofertas demagógica de siempre, acompañado de mayor endeudamiento y dependencia respecto al sistema imperialista occidental liderado por EE.UU.
Es ese escenario, es evidente, que la mayoría dispuesta a votar está decidida a castigar la cúpula mafiosa del PLD y sus gobiernos.
La tendencia electoral predominante apunta a sacarlos del gobierno y a dejarlos malparados. Es grande el reclamo a favor de que sean procesados los corruptos y potente la demanda de que se recupere lo robado; independientemente de lo conservadora y también corrupta que resulta ser la opción PRM-Abinader.
Esa tendencia a favor de desplazar al PLD del gobierno parece incontenible. Por eso la narco-guerra electoral entre bandos culpables y el despliegue de perversidades gubernamentales para tratar de impedirlo.
Esa determinación del PLD-gobierno es inaceptable para gran parte del pueblo y también para nuestra coalición IZQUIERDA REVOLUCIONARIA-MANDO y todas las fuerzas político-sociales que hemos decidido no participar en esos comicios controlados y manipulados por las derechas; rechazando a la vez toda alianza con facciones de la oposición conservadora y pro-imperialista encabezada por el PRM, corresponsable del desastre imperante y del modelo neoliberal impuesto, inundado de corrupción. Una cosa no quita la otra, dado en todo caso vale respetar la intención de los/as votantes.
Este proceso electoral es estructuralmente fraudulento, pero ante la posibilidad de una avalancha de votos pro PRM cabe esperar nuevas trampas, nuevas diabluras peledeistas en procura de mantenerse en el gobierno o para negociar pactos de impunidad en medio de una crisis post-votaciones; lo que merece rechazarse.
Igual hay que prever la intervención de corte imperialista estadounidense, vía OEA, Embajada yanqui, Pompeo y comisiones de notables, que tratarán de evitar todo resquebrajamiento que pueda resultar riesgosa para la estabilidad y continuidad de su sistema de dominación.
Un nuevo intento de golpe electoral que disloque el proceso -además de generar un enorme rechazo popular- podría potenciar, junto a las otras vertientes agudas de la crisis, la conciencia colectiva respecto al carácter estructural, sistémico, de la misma.
Impulsemos el Cambio Radical Pro-Constituyente
La división de las fuerzas dominantes aquí y en el mundo no tiene precedente, su decadencia es profunda y esto facilita los retos que tenemos por delante.
Este cuadro actual refuerza, por tanto, la pertinencia de un CAMBIO RADICAL que se active mediante un PROCESO CONSTITUYENTE. Un cambio profundo que impulse la quiebra y desmonte de estas instituciones y abra las compuertas a un gobierno transitorio surgido de una insubordinación de un pueblo agobiado por el impacto de la crisis y harto de sus gobernantes.
A ese nuevo gobierno, producto del ejercicio de la DEMOCRACIA DE CALLE, le tocaría enfrentar eficazmente la crisis sanitaria y el desplome económico desde los intereses del pueblo, y convocar a breve plazo una ASAMBLEA CONSTITUYENTE SOBERANA que posibilite un nuevo marco constitucional para refundar las instituciones y sentar las bases de unas elecciones realmente democráticas.
Esta es nuestra bandera. Es la propuesta alternativa de nuestra coalición transformadora IR-MANDO, no solo frente a una eventual crisis post-electoral que anule las votaciones, sino frente a la perspectiva de un nuevo gobierno incapaz de superar la crisis y frente a la determinación de la gran burguesía (transnacional y local), empecinadas en lanzarla sobre las maltrechas espaldas del pueblo trabajadores y sectores excluidos.
Por eso nuestra mirada y nuestra voluntad de CAMBIO RADICAL –siempre procurando sea asumido asambleariamente por el pueblo- va más allá del día de las votaciones y sus complejidades.
Trasciende la coyuntura electoral. Apunta al después, a los días y meses siguientes a los comicios, y a la necesidad de un nuevo liderazgo surgido de las luchas que impulse el Proceso Constituyente.
Apunta también contra la oposición conservadora, significativamente infectada por la corrupción y la narco-corrupción, de esencia pro-imperialista y neoliberal; evidentemente destinada a darle continuidad al sistema y a reciclar la actual dominación con nuevos rostros.
Lucharemos contra otro borrón y cuenta nueva, sin corruptos preferidos, sin frenos en la lucha anti-corrupción.
Junto al pueblo seguiremos combatiendo por impunidad cero frente a todo tipo de delito, incluida la despreciable violencia de género, reiterando la imperiosa necesidad de recuperar todo lo robado a lo largo de las últimas décadas.
Junto a los movimientos ambientalistas enfrentaremos la continuidad y ampliación de la depredación minera a nombre de una recuperación económica que solo favorece a las grandes corporaciones capitalistas.
Vamos a propugnar por un sistema de salud que erradique la salud como negocio, se libere de la tutela de las corporaciones farmacéuticas y promueva la medicina alternativa, preventiva y comunitaria. Algo imperioso en esa dirección es acoger los mejores protocolos para detener y superar la pandemia del Covid 19.
Intensificaremos la lucha por el ejercicio de la soberanía popular y por la recuperación de la Soberanía nacional conculcada. Desplegaremos todas nuestras energías para que la crisis creada por los de arriba la paguen los de arriba, impulsando un CAMBIO RADICAL que implique distribuir justamente las riquezas creadas por el pueblo trabajador, actualmente detentadas por capitalistas insaciables y políticos ladrones.
No desmayaremos en los esfuerzo de creación de conciencia, unidad y organización a favor de un PROCESO CONSTITUYENTE TRANSFORMADOR.
Y junto a todos los pueblos en lucha contra los responsables y beneficiarios de esta crisis desgarradora, especialmente ensañada contra Venezuela, Cuba, Honduras, Brasil, Haití y todos los pueblos de nuestra América, vamos abrazar la causa de la solidaridad humana y el bienestar colectivo.
