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¿Sabían que la crisis del covid ha provocado la primera « recesión femenina »?

Marc Vandepitte

Fuente: Rebelión

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Marc Vandepitte, lector infatigable, presenta en la segunda parte (1) de este artículo varios hechos destacados, varias cifras y citas de todo el mundo que apenas han atraído la atención de los demás medios de comunicación, pero que sin duda hay que mencionar para entender el caótico mundo actual.

Una recesión femenina

Desde la publicación del libro Ils nous ont oubliés de Peter Mertens, presidente del Parido del Trabajo de Bélgica, sabemos que el covid es un virus de clase, un virus que afecta más duramente a las clases bajas que a las altas de la población. Pero ¿sabían que el virus también afecta más duramente a las mujeres que a los hombres? A consecuencia de la pandemia las mujeres corren más peligro de perder su trabajo que los hombres. Y es que en general hay más mujeres que trabajan en los sectores afectados por los confinamientos. Además, es más frecuente que las mujeres renuncien a su trabajo para ocuparse de los niños cuando se cierran los colegios o faltan guarderías.

En lo más alto de las grandes empresas del mundo se ha elegido claramente confiar a los hombres la dirección durante la pandemia. De todos los nuevos directores generales entronizados desde marzo de 2020 en las 965 empresas principales, solo un 3 %son mujeres. Anteriormente la cuota de mujeres en la dirección de esas empresas era del 12 %. No parece que eso haya beneficiado verdaderamente a la economía …

En cualquier caso, esta crisis ha acabado con gran parte de los progresos que habían logrado las mujeres en el ámbito del trabajo en la última década. Igualmente, los grupos étnicos minoritarios de Estados Unidos, Reino Unido y también en nuestro país (Bélgica) sufren más el paro temporal debido a la crisis del covid. Estos grupos suelen trabajar en sectores que han sido los más afectados por la crisis.

La juventud

Además de las mujeres y de los grupos minoritarios, la juventud se ha visto afectada de forma desproporcionada. Le afecta menos el covid, pero las y los estudiantes y trabajadores jóvenes sufren más que los demás grupos las consecuencias económicas de la pandemia.

Según la OCDE, debido a la pandemia las personas de hasta 25 años tiene 2,5 más posibilidades de perder su empleo que las que tienen entre 24 y 64 años. Varios estudios han demostrado también que la obtención de un título de estudios en época de recesión puede tener un denominado efecto «cicatrizal» en los salarios y condiciones laborales (2).

La personas jóvenes también sufren más en el plano mental. El grupo de edad comprendido entre los 18 y los 34 años manifiesta mucha más ansiedad debido al virus que las personas que tienen más de 35 años. Del 40 % al 80 % de las personas adultas jóvenes del mundo creen que su país ya no controla la situación (3). ¿Sabían que China es la gran excepción en ese aspecto? Solo el 13 % de las personas adultas jóvenes comparte ese sentimiento.

Europa suspende claramente en su gestión de la pandemia

Preferimos echar un púdico velo sobre el asunto, pero en Occidente hay muchas más personas muertas por covid que en Asia o África. ¿Sabían que en proporción en Francia hay 33 veces más personas muertas por covid que en África y que hasta la semana pasada en Bélgica había diariamente tantas personas muertas por covid como la cantidad total en Cuba desde el inicio de la pandemia (4)?

Esta triste realidad también se refleja en la opinión de nuestros compatriotas sobre la forma que ha tenido nuestro país de abordar el covid. ¿Sabía que el 76 % de la población belga opina que su país va por mal camino? Solo Sudáfrica (82 %) y Francia (79 %) tienen una opinión peor.

Se mencionan varias razones para explicar esta política catastrófica. Según The Economist, la mayoría de los países no han aprovechado el verano para establecer fuertes campañas de detección y de rastreo. Por consiguiente, después del verano tuvieron que volver a recurrir a medidas brutales como el cierre de restaurantes y bares, la prohibición de contactos personales e incluso los toques de queda. Países como Finlandia e Islandia que sí tienen unos buenos sistemas de detección y de rastreo tienen unos resultados claramente superiores a los demás países.

Una segunda razón es el regionalismo. En unos cinco países europeos unas políticas eficaces se han visto minadas por la oposición de las regiones. Se trata de Reino Unido, Francia, Italia, España y Bélgica. No es casual que estos países tengan la mayor cantidad de personas muertas por habitante (véase el gráfico 1). En Bélgica tenemos ocho ministros de Sanidad. Podríamos incuso preguntarnos si todos se conocen por su nombre.

Gráfico 1.

Una tercera razón es la miopía económica. Por temor a perder beneficios los lobbies económicos han presionado a los gobiernos para que suavicen lo más posible y lo más rápidamente las medidas, a pesar de que todavía estamos lejos de estar fuera de peligro. El resultado fue un segundo confinamiento y quién sabe si habrá un tercero y un cuarto.

Sin embargo, unas medidas sanitarias menos estrictas no llevan a un mayor crecimiento económico, todo lo contrario. Los últimos meses han demostrado precisamente que cuanto más alta es la cantidad de personas infectadas, más importantes son los daños económicos (véase el gráfico 2: en la derecha, cuantas más personas personas mueren de covid, parte inferior, mayor es la contracción económica). Muchas personas infectadas es sinónimo de largas incertidumbres y cuanto más tiempo duran, más perjudiciales son para las inversiones y el consumo, dos factores de crecimiento muy importantes para el economía.

Gráfico 2.

¿Sabían que los únicos países que tendrán un crecimiento económico positivo este año son aquellos que optaron por unas medidas firmes y draconianas para acabar con el virus? Son ChinaTaiwán y Vietnám.

Nos enfrentamos aquí a la clásica contradicción entre beneficio privado e interés general. Cada sector económico se esfuerza por sufrir la menor cantidad posible de restricciones sanitarias. Pero si cada sector reacciona así, se da rienda suelta al virus, lo que significa que a largo plazo habrá que tomar globalmente unas medidas más estrictas, algo que, en última instancia, es perjudicial para todos los sectores.

Lo mismo ocurre con los salarios. Cada empresa privada trata de mantener sus propios salarios lo más bajos posible para obtener el máximo beneficio. Pero si cada empresa hace lo mismo, hay una presión a la baja sobre la masa salarial mundial y, por lo tanto, sobre el poder adquisitivo de la población, lo que provoca una disminución del consumo que, a su vez, reduce los beneficios en su conjunto.

Texto publicado en neerlandés en De Wereld Morgen y traducido del neerlandés al francés para Investig’Action por Anne Meert

Notas:

(1) Véase la primera parte, ¿Sabían que el Fondo Monetario Internacional defiende un impuesto covid?

(2) La mala situación de partida es como una cicatriz, la conservan durante toda su carrera. Así, acumulan menos experiencia laboral (debido al paro temporal) y/o empiezan con salarios menos altos. Ambos factores suelen tener un impacto negativo duradero en los empleos que acepten más tarde.

(3) El estudio data de octubre, antes de que se hablara de vacunas prometedoras.

(4) Cifras proporcionadas por la OMS el 10 de diciembre de 2020.

MC

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