Opinión Opinión Izquierda Dominicana

VENEZUELA: SOBRE EL CHOQUE ENTRE EL PCV Y EL PSUV

Narciso Isa Conde

A los/as camaradas y fuerzas solidarias con Venezuela que me ha solicitado opinión sobre esta delicada situación.

1.- A la luz de las reacciones que observo aquí en mi país sobre el fuerte choque escenificado entre dirigentes del Partido Comunista Venezolano-PCV y el Partido Socialista Unificado-PSUV, haré un esfuerzo por situar este tema al margen de las descalificaciones categóricas.

Venezuela bolivariana ha estado sometida –y lo sigue estando- a lo que el poder imperialista denomina “guerra de cuarta generación”, y permanentemente amenazada de ser invadida por EEUU y el Estado terrorista colombiano (miembro de la OTAN), con la complicidad de toda la ultraderecha mundial y de los aliados de del imperialismo estadounidense.
Esas fuerzas macabras se han propuesto asesinar al Presidente Maduro y a los líderes de ese proceso trasformador, tumbar el gobierno, desestabilizar y reemplazar el Estado basado en la Constitución chavista para imponer un régimen colonial (cuasi anexionista) y poder saquear los inmensos y valiosos recursos naturales de ese país hermano.

El periodo actual es particularmente peligroso. Los riesgos son enormes. Las amenazas no cesan. Los enemigos están al asecho de cualquier debilidad para dar el zarpazo.

2.- En tales circunstancias no cabe otra actitud en las fuerzas revolucionarias y antiimperialistas de Venezuela y del exterior, que no sea concentrar los golpes contra el enemigo común, independientemente de cualquier divergencia. Nada que debilite la unidad debe asumirse por importante que se entienda.

3.- El Presidente Maduro, su gobierno, sus jefes militares y los líderes del PSUV -independientemente de los límites de las transformaciones estructurales realizadas, de los problemas internos derivados del sistema estatal establecido y de un gobierno conformado desde una necesaria diversidad ideológica y, sobre todo, de los retos pendientes en cuanto a la profundización de los cambios anticapitalistas y el curso socialista de la revolución- tienen no solo el mérito de la firmeza antiimperialista, sino también de haber realizado la hazaña de una resistencia exitosa; manteniendo vivo ese transcendente proceso y su inmenso aporte a la oleada de cambios continentales.

La soberanía y el crecimiento conciencia popular antiimperialista y revolucionaria, que son las conquistas más importantes del mismo, las cuales permiten abrirles cauce a la revolución social, no solo están intactas, sino fortalecidas; lo que en esta confrontación de los pueblos con un imperialismo decadente, pero sumamente agresivo, tiene un valor trascendental para los /as luchadores/as por el socialismo.

4.- Esa es la clave que coloca a la dirección político-militar actual del proceso hacia la revolución en Venezuela como auténticos continuadores de la obra del Comandante Chávez, sin que tenga sentido ni pertinencia las comparaciones de liderazgos diferentes e irrepetibles.

No hay retroceso. Hay avances como el aportado por el nuevo Proceso Constituyente, en el que hay que reconocerle al Presidente Maduro un gran y audaz acierto político.

Hay avances en la conciencia colectiva acumulada, en materia de alianza estratégicas a escala global, en las nuevas victorias obtenidas y en las derrotas infringidas a las derechas y a EE.UU.Y esto, en el marco de un tránsito revolucionario extremadamente difícil y no libre de obstrucciones internas y externas, tiene un gran valor.

Hay avances, pero sobre todo perduran las condiciones y se desarrollan fuerzas y circunstancias que permitirán otros de mayor alcance y profundidad. No hay que desesperarse. Hay que aportar con creatividad hechos y propuestas.

5.- Las diferencias en medio de tanta diversidad antiimperialista existen y merecen ser bien tratadas. Dado lo imperioso de la unidad, me parece que el planteo de las mismas tiene su oportunidad en cada caso, sus vías y sus formas adecuadas… para evitar que ayuden a los propósitos perversos de los enemigos de la revolución y para evitar que envenenen el ambiente entre fuerzas que objetivamente son aliadas.

En el campo popular antiimperialista resulta contraproducente platearlas en términos de ruptura o separación, o cargadas de descalificaciones.

6.-El PCV ha sido parte de ese proceso hacia la revolución durante muchos años y ejerció una clara conducta antiimperialista, tantos en tiempos de Chávez como del Presidente Maduro.

En verdad no me pareció acertado que en las recién pasadas elecciones el PCV decidiera separarse del Gran Polo Patriótico de fuerzas aliadas al PSUV, constituyendo desde su matrícula un tercer y pequeño bloque con otros sectores de izquierda.

A mi entender el momento no admitía un paso así, llamado a hacerle daño al propio PCV y a sus aliados y a afectar en alguna medida el proceso, coincidentes todos en la línea separatista.

Cierto, que ni ahora ni antes, el PCV se alió a las derechas. Pero por sus resultados y efectos esa importante decisión constituyó un acto fallido, un error político; que al parecer han creado nuevas tensiones que a su vez han profundizado el cisma.

A ese paso le siguieron varias declaraciones, que incluyen críticas fuertes al presidente Maduro y a la gestión del gobierno bolivariano, que en un momento de gran hostilidad imperialista y altas sensibilidades, exacerbaron los ánimos.

Fue en ese contexto que se produjo el choque en la Asamblea Nacional, precedido de una fuerte carga emocional. Un 4 de febrero, aniversario del levantamiento militar del Comandante Chávez, no me pareció un día apropiado para exacerbar las heridas de las diferencias. Además, el momento de la votación de un Manifiesto antiimperialista de la Asamblea Nacional, no era un contexto idóneo para plantearlas.

7.- Ahora bien, por el conocimiento que tengo del PCV y sus dirigentes, por los años de amistad y luchas compartidas con Oscar Figueras y otros camaradas venezolanos, puedo afirmar que nunca se han producido hechos, situaciones o informaciones probadas que permitan afirmar o insinuar que se trata de un partido vinculado al poder imperialista de EEUU, a sus agencias, a sus fundaciones u otras fuentes de financiamientos.

En lo que conozco de su trayectoria, a lo largo de todo el proceso chavista, el PCV ha dada muchas pruebas de su antiimperialismo y su ortodoxia comunista, como también de su ética en el ejercicio político.

Sus aciertos y sus errores nada tienen que ver con factores ajenos a sus propias decisiones y convicciones; ni con vínculos, asociaciones o colaboraciones con fuerzas venezolanas o extranjeras enemigas de la revolución.

El PCV no es el Pachakuti de Ecuador, ni Figueras es Yakú Pérez, cuyas complicidades con EEUU y las derechas ecuatorianas han sido comprobadas. Y lo digo así, porque esto ha salido a relucir aquí en Dominicana en determinados comentarios y criticas mordaces a su proceder.

Los motivos y causas que ha podido asumir la dirección del PCV para reaccionar de esa manera y cometer de paso lo que me parece son una serie de errores recientes -independientemente de los fundamentos que puedan tener o no tener una parte de sus críticas- no creo se relacionen con faltas ética-morales, o con traición a la causa antiimperialista y socialista.

Son posiblemente errores políticos derivados de apreciaciones no acertadas respecto a la situación en curso, a las prioridades del momento, a ciertas derivadas de las alianzas electorales, a controversias sectarias y a contradicciones en la forma de enfrentar las complejidades y dificultades de ese proceso.

MC

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