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La Antártida florece… y esa no es buena señal

Axomalli Villanueva

Fuente: Rebelión

La revista científica Current Biology publicó los resultados de una investigación realizada por grupo de científicos de las universidades italianas de Insubria, Torino y el British Antarctic Survey, donde documentan la aceleración de la presencia y floración de la Deschampsia antarctica (D. antarctica) y Colobanthus quitensis (C. quitensis), las dos especies angiospermas autóctonas del Sur en la Antártica, durante la década comprendida entre 2009 y 2018.

El estudio sugiere que su crecimiento y extensión ha estado sufriendo alteraciones en los últimos 10 años debido a el incremento de temperaturas en el continente, pues la especie D. antarctica aumentó el número de sitios de ocurrencia de 147 a 300, en tanto que sólo entre 2009 y 2018 esta cifra prácticamente se duplicó, alcanzando 635.

Por otro lado, la C. quitensis en la década a partir de 2009 aumentó en 54 el número de lugares donde se detectó, a diferencia de lo ocurrido entre 1960 y 2009, en que pasó de ocupar 26 a 35 sitios, esta floración acelerada no es una buena señal, ya que es un indicador de que ya está siendo alterado el ecosistema uno de los más prístinos y frágiles del planeta.

Esto además es un indicio de que el calentamiento del polo antártico provocará cambios en la acidez del suelo, y por tanto en su composición química. Esto tendrá consecuencias en el crecimiento de los líquenes —organismos vivos que con frecuencia pueden ser usados como bioindicadores— y afectar la microbiota del lugar. Estos cambios, unidos a la desaparición del permahielo, que en consecuencia desencadenaría la liberación de aún más gases de efecto invernadero, como el metano.

Muchas investigaciones señalan que es el calentamiento global el causante de los drásticos cambios que ocurren en el continente austral. La pérdida irreversible de la biodiversidad por la migración de algunas especies frente a la invasión de otras, y la consecuente afectación al equilibrio del ecosistema, parece registrar estragos en esta remota región.

Nicoletta Cannone, profesora de Ecología de la Universidad de Insubria y una de las principales autoras de esta investigación señala que esta sería la primera evidencia de respuesta acelerada de los ecosistemas en la Antártida, que se asocia directamente como consecuencia del calentamiento global, que a su vez desencadenará cambios significativos en estos frágiles ecosistemas.

El planeta está floreciendo en sus polos, pero contrario a lo que podría deducirse, esto no es una buena señal, en el hemisferio norte, comienzan a surgir territorios verdosos en vez de superficies cubiertas por nieve, por un lado enciende las alarmas por el efecto dominó que puede producir la pérdida del permahielo polar, pero a su vez, es una evidencia más de que las temperaturas globales siguen disparándose a un ritmo alarmante, producto de la crisis climática.

MC

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