Pensamiento Crítico

Desafortunadamente el universo no nos debe nada

Los límites del crecimiento

Fuente: Kaos en la Red

Desafortunadamente el universo no nos debe nada. Nada garantiza que “todo vaya a salir bien”. La creencia de que la tecnología o el ingenio humano evitará las peores consecuencias de la crisis sistémica (energética, de recursos y medioambiental), es eso, una creencia.

Ese tecnooptimismo y esa fe en el “ingenio humano” se derivan de un mito del Progreso alimentado por casi dos siglos de energía fósil abundante y barata. En las premonitorias palabras de Hyman G. Rickover (1957):

Si acaso, lo que la historia nos enseña es que inevitablemente las sociedades y civilizaciones nacen, crecen y declinan, como si se tratasen de seres vivos. Incluso las más longevas, como China, pasan periódicamente por periodos de florecimiento y declive.

Las afirmaciones extraordinarias tipo “esta vez es diferente”, “algo inventarán”, etc. o proclamar que la civilización-mundo actual seguirá creciendo y expandiéndose requieren de pruebas extraordinarias.

Sí, está vez tenemos la ciencia, que es una herramienta fabulosa pero… es de una vanidad terrible pensar que podremos mantener un muy complejo sistema científico-tecnológico en un mundo con una menor disponibilidad de energía neta y recursos y con los impactos de las múltiples crisis ecológicas. La ciencia sin energía y recursos está muy coja.

No, no hay garantía de que todo vaya a salir bien, como tampoco la hay de que nos dirijamos a un colapso inexorable. Pero para evitarlo deberíamos abandonar el sistema crecentista, consumista y extractivista que nos ha llevado a la situación dramática en la que nos encontramos.

Aunque seamos unos tecnooptimistas y pensemos que “todo saldrá bien”, la mera posibilidad de un colapso ecológico o social deberían hacernos contemplar la opción más conservadora y aplicar el principio de precaución. Esa es la alternativa verdaderamente racional.

Es una batalla perdida pero… El gran problema de las nucleares es el de cómo se desmantelarán y el de cómo se gestionarán los residuos de alta actividad cuando la energía disponible sea una fracción de la actual debido al cénit de las fósiles y el impacto del caos climático.

En unas décadas, en un mundo con un 30, 40 o 50% de la energía actual (o menos) y sufriendo los embates de las múltiples crisis medioambientales, ¿quién tendrá la energía, financiación y visión largoplacista para desmantelar esas centrales? ¿Se gestionarán los residuos?

Y no será un problema exclusivo de la nuclear, claro, ocurrirá parecido con plataformas offshore, industrias petroquímicas, minas… lo que se os ocurra. Externalidades para las generaciones futuras (y no tan futuras) que no se tienen jamás en cuenta.

Texto de Los límites del crecimiento en su hilo de Twitter y cedido para su publicación en Kaosenlared 

MC

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