Narciso Isa Conde
Recibimos con dolor el fallecimiento del dirigente histórico del movimiento obrero de Santiago y ex-militante del Partido Comunista Dominica (PCD), Luis Valerio. Se lo llevó, igual que su hijo, una pandemia que sigue siendo factor amenazante en una sociedad empobrecida y maltratada por quienes detenta el poder.
Luis fue militante del PCD en el periodo de la postguerra de abril hasta su conversión e Fuerza de la Revolución (FR) junto a otras tres organizaciones marxistas. Abnegado dirigente del Sindicato de Zapatero de Santiago, fundador del Movimiento de Unidad Sindical, que luego se convierte en Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), y cuadro fundamental de la Federación de Sindicatos de la Región Norte (FESURNO), supo combinar la lucha de clase en el plano político y en su vertiente social.
Ya fuera de las filas revolucionarias, conservó sus vínculos de solidaridad y amistad con nuestros camaradas de Santiago, quienes siempre lo recuerdan compartir aquellas luchas estelares, asumir desde su condición de humilde trabajador la causa de de la emancipación del proletariado, participar en las huelgas y combates populares.
Siempre honesto, dedicado a su familia y a su comunidad. Procurando superarse continuamente se hizo, fabricando y arreglando zapatos, primero bachiller y luego abogado.
Nos duele profundamente la situación de su familia.
Nos duele su partida.
Recordaremos siempre su larga trayectoria de militante y su época de gloria. Sus aportes no pueden borrarse, aunque lamentemos que haya dejado de pertenecer a la franja política donde creció como revolucionario y como ser humano; aunque más tarde optara por distanciarse políticamente de las fuerzas que seguimos abrazando los ideales comunistas y luchando con tesón por la Nueva Democracia y el Nuevo Socialismo.
