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Cuando Deutsche Bank trabaja para la mafia

Aldo Mas

Fuente: Rebelión

El banco alemán figura entre las entidades señaladas en las últimas grandes revelaciones sobre grandes actores internacionales del sector financiero que han estado al servicio del lavado de dinero

Pese a la pandemia y a la crisis económica mundial que ha traído consigo el SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19, el banco alemán Deutsche Bank se las prometía relativamente felices para 2020. En la mayor entidad financiera de Alemania y de la zona euro consideraban un buen trimestre el segundo de este año, pese a registrar unas pérdidas de 77 millones de euros. En el mismo periodo del año pasado, las pérdidas eran de más de 3.000 millones de euros.

Eso hacía que las páginas económicas del diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung se esforzaran a la hora de explicar, según uno de sus titulares del pasado mes de julio, «por qué Deutsche Bank puede confiar en presentar beneficios este año». Sin embargo, esas especulaciones han dejado paso a otros comentarios sobre el banco que, a todas luces, resultan mucho menos positivos.

De lo contrario, ese mismo periódico de Fráncfort no habría titulado hace unos días refiriéndose a Deutsche Bank: «cuando el banco trabaja para la mafia». El Frankfurter Allgemeine Zeitung aludía así a todas las entidades señaladas en las revelaciones que estos días están haciendo desde el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas inglesas) y la página web de noticias estadounidense BuzzFeed News.

En Alemania, el diario Süddeutsche Zeitung y otros medios de radio y televisión son los encargados de hacer públicas estas filtraciones. Las informaciones de estos medios, conocidas ya como los FinCEN Files o «Archivos FinCEN» dan cuenta de no menos de 200.000 transacciones financieras sobre las que pesa la sombra del lavado de dinero, una actividad ante las cuales las autoridades reguladoras, en concreto las de Estados Unidos, no habrían terminado de hacer su trabajo.

Lo de FinCEN viene del origen de la filtración de esos archivos. A saber, la oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos encarga del Control de los Delitos Financieros, la Financial Crimes Enforcement Network.

Entre las entidades señaladas en esos archivos figuran, entre otros, bancos británicos como HSBC y Standard Chartered o los estadounidenses JPMorgan Chase & Co. y BNY Mellon. En el continente europeo, sin embargo, el nombre que se lleva la palma es Deutsche Bank.

Las revelaciones del ICIJ y BuzzFeed News son «serias acusaciones contra Deutsche Bank», según titulaba hace unos días el diario económico alemán Handelsblatt. Hasta 982 operaciones de la entidad alemana, en el periodo de 17 años que abarcan las revelaciones, están bajo la sospecha de constituir lavado de dinero.

Cantidades astronómicas blanqueadas

Normalmente, en Estados Unidos, los bancos tienen un periodo de 30 días para dar cuenta a las autoridades de las sospechas que puede generar una determinada operación bancaria. Por lo visto, Deutsche Bank llegó a tardar en dar cuenta de un caso sospechoso hasta 5.678 días. A saber, algo más de quince años y medio.

Otras entidades llegaron a tardar más. De BNY Mellon se ha informado de que llegó a demorarse 18 años en notificar supuestas irregularidades. Según las cuentas de los medios que ahora desgranan los «Archivos FinCEN», la cantidad de millones de euros movilizados por los bancos en transacciones sospechosas es astronómica. Se estiman hasta 2 billones de dólares. Al parecer, Deutsche Bank es el que más dinero movió: 1,3 billones de dólares.

A cualquier observador, esa cifra puede parecer enorme. Sin embargo, el periodista alemán especializado en el sector financiero y autor del libro sobre Deutsche Bank ‘Bad Bank‘ – o «Banco malo» – (Ed. DVA, 2018), pone de relieve que todavía se desconoce la dimensión real de las operaciones más oscuras de entidades como el gigante alemán de las finanzas.

8.500 millones de euros blanqueados en Moscú

«Lo realmente difícil aquí es que no sabemos la dimensión concreta del problema. También sabemos que no se está trabajando de forma sistemática, entre otras cosas, la conexión con Rusia y otros bancos con los que Deutsche Bank ha participado en el lavado de dinero», dice Laabs a eldiario.es.

A él no le sorprende que el banco alemán vuelva a estar en el centro de todas las miradas. «Quien ahora se diga sorprendido no ha estado prestando atención de verdad a lo que Deutsche Bank ha estado haciendo», apunta este periodista.

Un caso notorio de la entidad alemana fue el desarrollado entre 2011 y 2015, en su sede de Moscú. A través de ella, según ha recogido el Süddeutsche Zeitung, trabajadores del banco realizaron operaciones con las que se blanquearon en rublos del orden de 10.000 millones de dólares (unos 8.500 millones de euros). Por lo visto, el banco no hizo lo suficiente para frenar aquella operación sospechosa.

Este episodio reviste especial gravedad porque entones el actual CEO de Deutsche Bank, Christian Sewing, era el responsable de las sección de la revisión de operaciones de la entidad. De ahí que no se haya tardado desde el banco en afirmar que todo aquello está resuelto.

«Esos temas ya fueron investigados y se alcanzaron acuerdos con las autoridades», decía un portavoz de Deutsche Bank en unas declaraciones recogidas por el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Tampoco es casualidad que con las revelaciones del «Archivos FinCEN» el valor de las acciones de la entidad alemana cayeran hasta un 8%.

Los bancos, parte del problema

En los últimos años han sido recurrentes las noticias que han dado cuenta de cómo Deutsche Bank ha pagado multas millonarias por presuntos casos de blanqueo de capitales. El banco, que se encuentra en pleno proceso de severa reestructuración, «ha hecho mucho, implementando puestos de trabajo allí donde era necesario, con más desarrollo de programas para trabajar en estos temas», según Laabs.

Pero eso no quiere decir que el lavado de dinero no sea un problema para Deutsche Bank y el resto de entidades señaladas por el ICIJ, BuzzFeed News y compañía. «El problema es que no está tan claro qué parte del dinero que se mueve en la economía es dinero de la actividad criminal. Pero sólo hacer negocios limpios para un banco es algo muy difícil», subraya Laabs.

«Los bancos se han hecho tan poderosos y manejan tanto dinero que se ha convertido en parte del problema del lavado de dinero», concluye.

MC

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