Rafael Jimenez Abad
Dra. Emma Polanco.
Rectora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-
Compañera maestra:
He visto con asombro la noticia de que la UASD exigirá tarjeta de vacunación a estudiantes, docentes y personal administrativo para el segundo semestre de este año 2021.
En otras palabras la UASD ha decidido someterse a la arbitrariedad, ilegalidad e indignidad del cuerpo legislativo dominicano, el cual consensuar una ley que hace obligatorio vacunarse.
A la UASD no le luce eso.
La inmensa mayoría sabe que detrás de este tema se diseñó y se ejecuta una campaña de miedo que ha implicado represiones, prohibiciones y ahora el terror de una ley.
El miedo enferma y es tan devastador o más que el virus.
Me quieren vacunar a la fuerza y nadie me ha dicho cuáles son los componentes de la vacuna y sus efectos en mi cuerpo específico.
Encima tendría que firmarle al Estado y a los fabricantes de la vacuna un documento descargándolos por los posibles daños que me genere la vacuna.
La UASD sabe que este proceder no solo es contrario a la dignidad personal sino también violatorio a preceptos legales sustantivos del derecho dominicano e internacional.
La resolución no. 1/2021 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos relativa a las vacunas contra el COVID-19 prohíbe que la mismas sean de manera obligatoria y más que eso dispone “que toda vacuna contra el COVID-19 que el Estado vaya a suministrar debe de estar precedida de información oportuna, completa, comprensible, clara, sin tecnicismos, fidedigna, culturalmente apropiada, y que tome en cuenta las particularidades y necesidades de la persona”.
Si alguna disposición legal interna sirve de base a esta obligatoriedad que se quiere imponer, chocaría con esta resolución de la CIDH.
ENCRUCIJADA CON EL VIRUS.
Personas como una o las dos dosis han tenido serios problemas de salud, incluso algunos han muerto. En realidad nadie debe morir por efecto de ningún medicamento o vacuna.
Aun vacunada una persona puede volver a contagiarse, entonces el tema no es que los/as vacunados/as serian contagiados/as por quienes no lo estén. Se daría también al revés.
Se dice que a la República Dominicana han llegado 3 a 5 variantes o cepas del SARS-COV-2 y el pueblo no sabe si las vacunas que circulan “cubren” contra estos nuevos engendros o son solo para la especie original.
Peor aún: ¿Qué pasaría si como sospecha sobreviene una nueva pandemia más agresiva y con sus nuevas cepas?
¿Llenaríamos los cuerpos de esta humanidad con 5, 10 o 15 vacunas en un corto tiempo?
ESPERAMOS DE LA UASD UNA MIRADA MAS ABIERTA Y COMPASIVA
Hija de una insurrección del pueblo dominicano contra las élites hegemónicas y su consiguiente Movimiento Renovador, la UASD, está llamada a iluminarnos más para allá del estrecho ámbito que nos están imponiendo usando la pandemia para apuntalar un sistema mundial en crisis.
“Ha existido y existe pues otra visión, otra manera de abordar el tema ciencia y salud, distinta y previa a la manera rígida como es tratada por el pensamiento científico-cartesiano, la cual resultó ser el instrumento fundamental que garantizó la sobrevivencia de la humanidad a diversas catástrofes de salud, que colocaron en riesgos la existencia del ser humano sobre la tierra”. (Ver parte in media de la página 4 de la carta enviada a usted a inicios de la pandemia por el médico naturista Dr. Félix Casas y el profesor honorario de esta academia Narciso Isa Conde, la cual adjunto).
Esa misma carta dice en el párrafo anterior “todo el mundo está de acuerdo que la última palabra la tiene la competencia o no del sistema inmunológico, el cual depende a su vez de las condiciones creadas en la relación mente-cuerpo; lo que nos remite a garantizar la autodefensa del organismo frente a las agresiones externas, ya virales, ya bacterianas, ya bioquímicas”. El 97% de gente que se infectó del COVID antes de la vacuna fue sanado por el sistema inmune y otros remedios naturales y convencionales.
LA UASD EN LA ERA ACTUAL
Vivimos un mundo en decadencia donde las enfermedades abundan en cada familia, la miseria y la pobreza aumentan cada día, el capitalismo se apoderó de los servicios de salud, de los medicamentos y de los “alimentos” bajo la premisa de ganar dinero con la enfermedad.
La sociedad debería tener en la UASD orientación y política sobre tantos temas que la ayuden:
- Cómo ganar la salud mediante los estilos de vida.
- Seguridad social en la medicina natural.
- Dietas y medicinas naturales.
- Agrotóxicos, agropecuaria y salud.
- Agroecología.
- Medio ambiente, recursos naturales y salud.
- Contaminación y enfermedades.
- Huertas y alimentación ecológica.
- Involucramiento comunitario en la gestión de la salud por la vía no convencional.
- Uso del sol, montaña, ríos, mar, aire y el propio cuerpo para el bienestar cuerpo-mente.
- La universidad y la enseñanza de la medicina alternativa.
- Sistema inmunitario y su rol en la salud.
Según el Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Tavares (INCART), cada año hay 18,000 nuevos casos de cáncer en República Dominicana. Comprensible en una era de transgénicos, conservantes, refinados, colorantes, pesticidas, herbicidas, madurantes, abonos químicos, contaminación ambiental y ahora EL MIEDO.
Encima un sistema de seguridad social inhumano entregado a instituciones privadas que no tienen piedad y cuya única meta es ganar dinero con el sudor ajeno.
Es la UASD que le toca entre otras instituciones, aprovechando las circunstancias, plantear un nuevo rumbo con audaces, profundas y auténticas políticas que garanticen la salud del pueblo dominicano y transformen el sistema de seguridad social desmontando la actual estafa.
