Pablo Heraklio
Fuente: Kaos en la Red
La independencia política turca observada desde la guerra de Siria, hábil y maquiavélicamente desarrollada, parece plasmarse en el liderato de una nueva alianza, la formación de un nuevo bloque regional basado en un antiguo ente, el Imperio Otomano [1].
El presentado como 5 + 3 que incluye a los 5 Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán más los 3 Azerbaiyán, Georgia y Armenia, bajo el control del ‘Consejo Turco’ es un ser del pasado conjurado por EEUU a base de dictadura política moderna, militarismo, odio nacionalista y fanatismo religioso; y que se alimenta de petróleo, commodities, dinero y sangre. Este engendro, títere germano-americano a partes iguales, ya ha engullido a la Turquía democrática nacida en 1923 con Ataturk. Otomania, otro monstruo mal enterrado que la OTAN no pudo abortar a tiempo y ahora ha resucitado.
Si logra fraguarse en los próximos meses USA no solo se enfrentará a Rusia y China, sino también al bloque fascista turcomano que amenaza con extenderse y ampliar su independencia hasta el punto de no rendir ya más pleitesía al viejo hegemón cadente, convirtiendose en un nuevo bloque.
¿Victoria o Derrota para USA?
Lo que para unos analistas es una victoria de EEUU: la formación de un bloque de la OTAN al sur de Rusia que la contenga; que a demás reclama además territorios chinos; para otros autores es una muestras de debilidad ante la imposibilidad de no poder mantener el control del área como se venía ejerciendo hasta ahora, por medio de la coordinación de países independientes unos de otros a las órdenes directas de un comando central que los coordina, en este caso americano; la imposibilidad de seguir orquestando. Ahora este comando es delegado en Turquía y transferido a un bloque de países que actúan con semi independencia.
Una concesión política y militar a Turquía muy peligrosa que se había intentado evitar por todos los medios hasta ahora: golpe de estado en Turquía en 2015 (contra Erdogán orquestado por EEUU), crisis de los refugiados en 2016 (envio de 1’5 millones aprox de refugiados sirios hacia la UE), crisis del acero en 2018 (sanciones de Trump al acero y aluminio turco), crisis de Libia en 2019 (Turquía establece 2 bases en Libia contraviniendo a EEUU). Podríamos seguir.
La particularidad del bloque es su origen cultural común Otomano, heredero de las hordas mongolas central asiáticas que llevan desplazando en sus avances a los pueblos eslavos y germanos desde la época del Imperio Romano. Su zona inmediata de expansión es la culturalmente más próxima, esto es asia central, lo cuál incluye Azerbaiyan, recientemente en lucha con Armenia, y los territorios chinos Aigures de Xinjian [2].
Se podría considerar una bomba de EEUU contra sus rivales más enconados: Rusia, China y la propia Irán. EEUU cuanta con poder alimentar la discordia. De hecho este bloque articula a miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar euroasiática promovida por China y Rusia para integra a las antiguas repúblicas soviéticas en el proyecto económico de la Nueva ruta de la Seda, quedando tácitamente desarticulada. Es decir, por ahora si se ha logrado minar nuevamente el proyecto.
Pero una bomba de tiempo que perfectamente le puede explotar a USA si el bloque euroasiático logra articurarse más adelante con el bloque turcomano. Esta posibilidad fue evidenciada desde el aumento de contactos multi y bilaterales [3] entre las distintas repúblicas exsoviéticas en 2020 que dieron lugar al propio tratado 5+3.
Y es debido a que esta maniobra no puede frenar la integración económica euroasiática pretendida por el proyecto Nueva Ruta de la Seda BRI, porque Turquía tiene interés estratégico en que se realice; y controlar la ruta. Quien controla los hidrocarburos controla Europa. Tampoco puede frenar el suministro de hidrocarburos a Europa vía gaseoducto Nabucco I y II, controlados por Turquía como si pudo con Siria. Un interés mutuo compartido con Europa entera al decaer el suministro de gas argelino.
Con este movimiento los americanos apuestan por crear una nueva amenaza a sus propios intereses en el medio-largo plazo al propiciar la posibilidad de pasar de la semi independencia a la independencia del bloque como potencia emergente.
Los americanos saben algo, y su retirada de Afganistán el 10 julio de 2021 a la vez que el anuncio de la formación de este bloque 5+3 este 8 de julio no es fortuita, están relacionadas.
Nicromancia made in USA: resucitando muertos del Pasado
USA sigue conjurando fantasmas del pasado como en los cuentos de Lovecraft : fascismo en Europa, fascsimo en Norte y Nuestramércia, Aparheit en Israel, Imperialismo Otomano en Asia central, fanatismo en oriente medio, guerra y destrucción donde pueden y neoliberalismo por doquier. A medida que pierde poder se deshincha y sus hijos le devoran como arañas desde dentro. Regresará la Hansa y Prusia, ahora contenidos por la UE; regresará el Gran Egipto con Eritrea, Somalia y Sudán, ahora contenido en Libia, regresarán los taifas y los cismas. Su política de contención bélica es ya no inútil sino contraproducente. Es inevitable que en la medida que pierde fuerzas Estados Unidos sus amigos y vasallos se vuelvan adversarios, se unan en conjura y planean la venganza bajo el auspicio del reparto del botín.
Turquía no es USA. Mientras USA es capaz de cooperar con amigos y enemigos cambiando de aliados conforme cambian sus intereses, «nothing personal, just bussiness», en cuanto resurja el bloque otomano abrazará a Alemania, pondrá en su sitio a iraníes, árabes y rusos, y sobre todo se vengará de EEUU. Desconocemos el orden pero si las intenciones.
Recordar que en los estertores finales del capitalismo: tasa decreciente de beneficios, deterioro ambiental, digitalización y escasez relativa de recursos, imposibilidad de ejercer un control blando efectivo; el siguiente paso en la concentración de recursos y mantenimiento del poder es el ejercicio del poder duro, militar, dictatorial y el desarrollo de sistemas represivos. Un movimiento que será inevitable y global, inaugurado en Europa por el estallido social en 2018 por los Chalecos Amarillos franceses. El fascismo es Capitalismo en decadencia. Tan inevitable como que tal nivel de desgaste no se puede mantener por mucho tiempo y acabará de uno u otro modo quebrando uno tras otro a los pueblos hasta la ruptura final [4] con el sistema. Un sistema que ya en el pasado no se pudo sostener con las armas, el odio ni las religiones, y que no podrá en un futuro. Cuanto más se resistan más cerca estará nuestro momento de Revolución. Tenemos que estar atentos y preparados.
Salud! PHkl/tctca
Traducción tarcoteca – 5 + 3: Turkic Superstate in Caucasus, Central Asia Under NATO Tutelage- Antiwar.com 4.7.2021 por Rick Rozoff
El ministro de Relaciones Exteriores de Kirguistán, Ruslan Kazakbaev, estuvo en la capital de Azerbaiyán el 2 de julio, donde propuso una asociación estratégica entre las dos naciones, ambas miembros del programa militar Asociación para la Paz de la OTAN y del que pronto se expanderá Consejo Turc. (Rusia también promociona una asociación estratégica con Azerbaiyán).
En abril 2021, Kirguistán estuvo involucrado en un enfrentamiento fronterizo mortal con Tayikistán, en aquel momento el Consejo Turco se reunió y declaró: «El Consejo Turco seguirá manteniendo estrecho contacto con el hermano Kirguistán, miembro fundador del Consejo Turco» [antibellum 30 abril 2021].
El Consejo Turco, encarnación en el presente del pan-turquismo/ pan-turanismo [unión de pueblos altaico-uralianos de origen mongol], está integrado actualmente por Turquía, Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán y Uzbekistán, y ha hecho propuestas a países tan diversos como Afganistán, Hungría, Turkmenistán y Ucrania. Es una iniciativa turca o, más exactamente desde la Declaración Shusha del 15 de junio 2021, sobre la entidad pan-turca turco-azerí “una nación, dos estados”.
El ministro de defensa de Turquía, Hulusi Akar, visitó el 30 de junio 2021 Kirguistán y Tayikistán.
En la visita del canciller kirguís a Bakú el 2 de julio propuso, según la Agencia de noticias Anadolu de Turquía, una alianza que muchos observadores habían anticipado desde la disolución de la Unión Soviética hace treinta años: la consolidación de un bloque del Mar Negro hasta la frontera china, uno bajo la dominación turca y como tal nominalmente de la OTAN (aunque ninguno sería un socio formal). En sus palabras: “Proponemos el establecimiento de una plataforma de cooperación entre los países de Asia Central y el Cáucaso Meridional en formato 5 + 3 [Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán + Azerbaiyán, Georgia y Armenia]. Proponemos hacer el diálogo entre los países de Asia central y el sur del Cáucaso más activo».
Los ocho países son ex repúblicas soviéticas. Los ocho son miembros de la Asociación para la Paz de la OTAN. Cuatro, Armenia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, también son miembros de la moribunda Organización del Tratado de Seguridad Colectiva dirigida por Rusia, que se parece cada vez más a la historia de Robert Louis Stevenson, acertadamente titulada ‘The Suicide Club’.
Los efectos inmediatos de tal organización serían la culminación de la cuarentena de Rusia dentro del antiguo espacio soviético (una vez que se prescinda de Bielorrusia), dominación turca de los corredores de transporte de petróleo, gas natural, ferrocarriles y minerales, la apertura de la cuenca del mar Caspio a Occidente y la disminución de la influencia iraní y rusa en esa región.
Esa empresa fue esbozada y respaldada de todo corazón por Zbigniew Brzezinski con respecto al plan geopolítico neo-otomano del ahora ex primer ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro turco Ahmet Davutoğlu en su volumen de 2012 «Visión estratégica: Estados Unidos y la crisis del poder global». (Página 136*, AQUI pdf)
Pero detrás de esos objetivos, como presagia la Declaración Shusha de Turquía y Azerbaiyán, hay un bloque de seguridad militar dominado por Turquía y apoyado por la OTAN.
Si el nuevo formato de los 9 de Bucarest (Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia), la realización del centenario proyecto Intermaritimo [de los Tres Mares, Báltico, Negro y Mediterráneo] para acordonar Rusia desde Europa, es la línea vertical, el bloque 5 +3 propuesto será la horizontal en el movimiento de pinza de Occidente.
* En la escena internacional, la Turquía cada vez más moderna y básicamente laica de hoy está comenzando a alcanzar una preeminencia regional derivada geográficamente de su pasado imperial otomano. La nueva política exterior de Turquía, moldeada por su Ministro de Relaciones Exteriores de mentalidad geopolítica (Ahmet Davutoğlo, autor del concepto de «profundidad estratégica»), se basa en la idea de que Turquía es un líder regional en las áreas que alguna vez formaron parte del Imperio Otomano, incluidas el Levante, África del Norte y Mesopotamia … El plan de Davutoğlo postula que Turquía debería explotar su dinamismo socioeconómico actual, en 2010 se clasificó como la decimoséptima economía más grande del mundo, para reconstruir las relaciones que existieron históricamente pero que se desvanecieron durante el siglo XX debido a la concentración kemalista sobre la secularización interna y la inculcación de un nacionalismo específicamente turco. (2012)
[1] Cinco escenarios y un objetivo para entender el futuro de la Dictadura Turca: ‘El Nuevo Imperio Otomano’, https://tarcoteca.blogspot.com/2016/07/cinco-escenarios-para-entender-el.html
[2] Las Maniobras del Congreso Mundial Uigur WUC contra China y Siria revelan la estrategia Turca y Americana que detonará la zona , https://tarcoteca.blogspot.com/2020/04/las-maniobras-del-congreso-mundial.html
[3] La Alianza Euroasiática definitiva está más Cerca de lo que Parece. Geopolítica , https://tarcoteca.blogspot.com/2020/09/la-alianza-euroasiatica-definitiva-esta.html
[4] De la Crisis permanente y el Colapso del sistema Capitalista a la Revolución de los pueblos por Armonizar con su Naturaleza (5) , https://tarcoteca.blogspot.com/2020/12/de-la-crisis-permanente-y-el-colapso_24.html
