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Perspectivas para Castillo

César Zelada

Fuente: Rebelion

1.- El carácter de la situación política peruana es la volatilidad, la misma que es producto de la crisis del régimen político capitalista que se ha visto detonado por la pandemia. La asunción de Castillo al poder no ha cerrado la crisis. Todo lo contrario. La ha acentuado más.

Es así como se comprende la polarización que vivimos y que es forzada por la derecha. Ésta última está “dividida” y reacciona, temerosa, tratando de recuperar la “iniciativa política estratégica”. Y al parecer, lo está logrando.

2.-La elite capitalista tuvo una división, por derecha, por discrepancias respecto al reconocimiento de Castillo como presidente por parte de la CONFIEP (mineras, bancos, seguros y AFPs), con la formación de la Unión Nacional de Gremios (UNG), que responde al capital nacional como la SNI, Transportistas, Turismo, etc.

3.-Por otro lado, está la derecha política, que está dividida entre neofascistas como el partido Renovación Popular (RP), cuyo líder, Rafael “Porky” López Aliaga, llamó a dar muerte al comunismo, Castillo y Cerrón; y el partido Fuerza Popular (FP), cuya lideresa, Keiko Fujimori, acusó de “terruco” y comunista al gobierno y denunció fraude electoral. Mientras que, por otro lado, están las bancadas de APP, PP, SP y AP. Las tres primeras y una facción de la última (ligada a Lescano), asumen posiciones más centristas y neoliberales, pero que podrían aceptar reformas a la constitución política dictatorial de 1993.

4.-En este escenario de crisis y polarización (entre cambio y continuismo), la irrupción ganadora del profesor sindicalista Pedro Castillo y el partido Perú Libre (PL), generan temor en algún sector de la clase capitalista y sus partidos. Pero es el temor al “tufo” marxista del PL y de incertidumbre a lo que pueda suceder con la composición de una nueva Asamblea Constituyente “Popular” (que puede terminar empoderando a Castillo y la izquierda), lo que desarrolla un proceso más complejo y contradictorio, donde se desenvuelven varias tendencias.

5.- La tendencia al pacto político y la “derechización” del gobierno, la tendencia a la radicalización de Castillo y PL, la tendencia a la ruptura de Castillo con PL y la tendencia a una mayor polarización (con conatos de guerra civil), y el golpe de Estado contra Castillo. El connotado sociólogo Sinesio López en un escrito (Tesis de Julio), aconseja a Castillo bregar por la hegemonía política gramsciana en el gobierno y desechar la “confrontación” que impulsaría PL. No obstante, si bien es cierto que la bancada de PL ha planteado una Ley de control de precios, y Cerrón y Bellido, plantean la “recuperación de los recursos naturales” e hicieron cuestión de Estado por la dimisión de Bejar, pues, al final, Castillo cedió la “cabeza” de Bejar (por haber ejercido su derecho a la opinión). Por su lado, Cerrón ha hecho público que él sugirió a Castillo que Velarde debe quedarse en el BCR. Esta cuestión expresaría que PL también estaría buscando un pacto con el establishment respecto a la gobernabilidad capitalista modificando ciertas reglas de juego.

6.-Durante la segunda vuelta, la estrategia de la centroizquierda y de PL fue la de estar a la defensiva para no provocar a la derecha y “ganar el voto de la clase media”. Es así como se explican las concesiones frente a la guerra sucia del “terruqueo”, “comunismo”, etc. que al final produjeron una victoria ajustada por 44,000 votos. Pero ahora que ya están en el gobierno, las propuestas “progres” como control de precios, disolución del TC, etc. han sido abandonadas por sus aliados “caviares” y el propio Castillo (aunque sigue en la agenda la cuestión de la recuperación del gas).

7.- Por otro lado, tenemos la estrategia de la derecha de romper la alianza Castillo-Cerrón, la misma que también es alimentada por “la caviarada” (La República), para desenvolver su política de “capitalismo con rostro humano”. La misma que ha tenido efecto en la composición del gabinete, “haciendo a un lado” a PL como si fuera un “apestado” (dándole solo el 10% de ministros según Cerrón). Además, Castillo dio la venia para la inscripción del partido magisterial y popular, y ha nombrado a un pro yanqui como Oscar Maúrtua como Canciller. Un deslinde gradual pero consistente de Castillo frente a Cerrón y PL.

8.-Sin embargo, a la vez que el gobierno de Castillo quiere transar con la elite, tiene por otro lado, la presión de las masas, que quieren resultados ya que votaron “por el gobierno del pueblo”. Un ejemplo al respecto lo dan las comunidades de Chumbivilcas que levantaron la huelga con el compromiso de Bellido de resolver su problema, para días después volver a bloquear las carreteras. De las promesas de campaña quedan los Bonos “Yanapay” (socorrer) de S/350 por persona, que, según el ministro de Economía, Pedro Francke, representan un gasto de S/ 5,145 millones, que serían financiados, en parte, por las deudas tributarias de las grandes empresas (más de S/. 9,000 millones), y con un Roque Benavides que “aspira” a integrar el Directorio del BCR.

9.- Así las cosas, parecería imponerse la tendencia al pacto político (que está en función también de la negociación de Keiko con el gobierno respecto a “su cana”), y por tanto a la venia al voto de confianza al gabinete Bellido teniendo la derecha como triunfo la “cabeza” de Béjar en bandeja, derechización que alertamos desde junio de este año (leer “la función de la necedad trumpista de Fujimori”).

Esto no implica que la conspiración golpista parlamentaria se detenga, sino que se dilata.La derecha trata de aprender de los errores de sus pares latinoamericanos y promueve la “unidad” (pero muy contradictoria entre Aliaga y De Soto que se pelean por el liderazgo). Y con su agitación macartista han venido desarrollando una base social de masas de unos cuantos miles en toda la costa norte del país. La derecha va a esperar el momento oportuno, cuando Castillo se quede solo son su base magisterial, haya perdido su base popular campesina y roto definitivamente con PL, para vacarlo.

Lo contrario, sería una humalización fenomenal de Castillo, lo cual también podría acelerar el proceso de irrupción de las masas laboriosas. Incluso un golpe parlamentario aun con Castillo desgastado podría generar una rebelión popular en las masas andinas por cuestiones culturales y clasistas sì es que el presidente diera algunas concesiones. Hay que recordar que el Estallido social de noviembre 2020 tuvo como “chispa” el golpe parlamentario de Merino contra el corrupto de Vizcarra. Al final, los dos se fueron.

Si Castillo quisiera radicalizarse debería basarse en la movilización de las masas que acompañen un gabinete de mayor contenido popular orgánico. Pero esta tendencia es poco probable por ahora. Las movilizaciones que ha convocado son del aparato creado por el Frente Nacional por la Democracia y Gobernabilidad (FNDG), para presionar por la proclamación presidencial de Castillo. Este Frente a ingresado a un escenario de aggiornamiento a la administración del Estado capitalista. Por su lado, la centroizquierda que también compone el FNDG, tiene pánico a que se produzca una movilización masiva de millones de trabajadores contra la derecha (como en Chile, Colombia, etc.), por temor, a que como en la obra del Aprendiz de brujo de Goethe, se abran las compuertas de un movimiento que tiene sus propias leyes y que no puedan controlar. A diferencia de Bolivia, donde Evo y el MAS, tienen una acumulación de años y estructuración en el movimiento de masas del campo, Castillo y el magisterio, no lo tienen.

La derecha golpista, consciente de esta actitud política de contención de Castillo y las burocracias que lo rodean, aprietan cada día más. La derecha va a aprovechar la impotencia política del gobierno y sus aliados todo lo que se pueda y va a agitar por un golpe parlamentario-militar corporizado si Castillo intenta alguna medida contraria a sus intereses, o cuando su permanencia deje de jugar algún rol de contención de masas. El pronunciamiento de La Marina puso “contra la pared” a Castillo por el caso Bejar a pesar que ésta no es deliberante. Y el Congreso se prepara a “la repartija” del TC para asegurar una sucesión constitucional en caso Castillo se salga de los pactos firmados con Verónica o las Iglesias durante la campaña electoral. Mientras que el Tribunal Supraprovincial Especializado en delitos de terrorismo ha iniciado investigaciones contra el premier Bellido y Vladimir Cerrón, acusándolos de cómplices con el terrorismo, la misma que en 120 días debiera resolverse, amenazando con plantear la destitución del primer ministro.

El reciente discurso de Castillo respaldando al gabinete Bellido y el anuncio de traslado de Montesinos a una cárcel común han puesto con los pelos de punta a la derecha fujimorista que ve que su líder histórico también puede ser “humillado”. Con esta actitud, Castillo, piensa negociar el voto de confianza al Gabinete, cuestión que la derecha podría ceder, para luego “bajarse” Ministro por Ministro como hizo con Bejar. De denegarle la confianza a Bellido, el país entraría en una nueva crisis en medio de la pandemia e indicios de la tercera ola, que desprestigiaría más a los partidos golpistas que controlan el Congreso de la República (según IEP, más del 50% rechaza a esta institución).

10.- Finalmente, por lo antes señalado, el movimiento obrero y popular, debe intervenir como un factor independiente contra las conspiraciones golpistas de la derecha y por sus propias demandas populares (aumento de salarios, eliminación de las suspensiones perfectas, salud y educación públicas, vivienda popular, una banca pública, etc.), con el fin de desarrollar la conciencia política de los trabajadores como clase social para sì misma.

César Zelada. Director de la revista La Abeja (teoría, análisis y organización).

MC

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