Pensamiento Crítico

2025. El año que comenzó el colapso

Aurora Despierta

Fuente: Kaos en la Red

Como nos temíamos pero a la vez no queríamos terminar de creernos, se han cumplido las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (A.I.E.), y los repetidos avisos de nuestro gran Antonio Turiel, y este año 2025 ha comenzado el temido colapso. Las autoridades mundiales, europeas, españolas, hasta el final evitaron reconocer esto públicamente, de modo que es como si el problema no existiese, como si no fuese posible, no pudiese ocurrirnos esto. Lo real parecía irreal, y lo que se decía que era real (la verdad oficial de los gobiernos), sólo era la ilusión que pretendían creyésemos. Y conseguían desequilibrar nuestro juicio, incluso a mí. Como cuando durante tanto tiempo negaron la realidad o gravedad del cambio climático, hasta que empezó a estallarnos en la cara.

Sin embargo, en lo que vamos de año, hay un déficit de petróleo (oferta inferior a la demanda inicial) de un 20%, y los más enterados avisan que irá aumentando, y sin alternativa posible, aunque oficialmente todavía insisten en que es transitorio, que “estamos en ello” para resolverlo. Confieso que yo, aunque lo sabía muy bien, de modo subconsciente, esperaba que, como con el auge del fracking (fractura hidráulica aplicada a los yacimientos de petróleo), surgiese algo que nos retrasase eso por unos pocos años al menos y nos diese algo de tiempo para recomponernos políticamente. Pero no.

Se ha decretado el racionamiento de combustible. Las Fuerzas Armadas tienen prioridad absoluta en el suministro de combustible y en el almacenamiento de grandes reservas en lugares secretos. Los automóviles no pueden circular sin una autorización especial, con castigos que van de elevadísimas multas hasta pena de prisión a los infractores. El transporte público está desbordado. La circulación de camiones se ha reducido drásticamente, y sólo pueden transportar las mercancías que se han clasificado como de actividades esenciales, recordando los tiempos de la pandemia de la covid. Los bares y restaurantes han cerrado salvo los que tienen autorización para servir comidas a los trabajadores/as que no pueden trasladarse a tiempo para comer en sus casas, y a los escasos viajeros. Como la producción de electricidad depende también del encarecido gas natural, para reducir el consumo, se elimina el alumbrado público a las 12 de la noche, y ahí terminan también las emisiones de la televisión. El ocio nocturno ha cerrado. No hay toque de queda, pero recuerda los tiempos de la pandemia. Las líneas aéreas también han reducido sus vuelos. Se acabaron los viajes a bajo coste para los turistas, y eso también lo está acusando muy seriamente el sector turístico español del que somos tan dependientes. Eso sí, han aumentado los pedidos a la fabricación de armas.

El desempleo se ha disparado a cifras oficiales del 25% y subiendo, pero en realidad es más, por el subempleo (trabajo por pocas horas). Y los precios de la “cesta de la compra”, al alza. Las familias que tenían ahorros ven cómo van desapareciendo por la inflación y porque deben ayudar a otros familiares en apuros. Al menos se ha decretado que no puede haber desahucios en los casos más sangrantes, pero mucha gente lo pasará muy mal. Las empresas trabajan a media actividad o directamente cierran, por falta de suministros o de compradores. Se ha producido cambios drásticos en el sistema de subsidios de paro, reduciéndose a un mínimo. Las pensiones también se han congelado y recortado los tramos superiores, como ocurrió en Grecia en su día. En cuanto a la sanidad pública, más vale no caer enfermo. ¡Pero lo que no tocan son los beneficios de las grandes empresas y a los ricos!.

Las organizaciones sindicales han mermado en sus ingresos, y ya no son posibles las “cajas de resistencia”. El Estado ha recortado sus aportaciones, los afiliados no pagan sus cuotas regularmente, mucho empleado estable y funcionario ha perdido el empleo o pasado a situación de “excedencia forzada” y aumenta la precariedad en el empleo público.

Lo peor es la desorientación política y sentimiento de impotencia en la clase trabajadora. El shock llega después de décadas de retrocesos y derrotas, y de impotencia ante lo que debiera haberse contestado (como la guerra en Ucrania). “Llueve sobre mojado”. También hay que decirlo, con la ayuda de los organizadores de derrotas (sindicatos, izquierda) que ahora, o no tienen qué proponer, o directamente se han apuntado a un nuevo “pacto de rentas”, apretarse el cinturón, más disciplina en la producción que todavía se mantiene. El derecho de huelga se ha restringido, y hay que tener valor para hacerla porque hay mucho desempleado que puede ocupar el puesto de un despedido. También todavía más el de manifestación. En cuanto al de expresión, se impone la autocensura en los medios o no recibirán recursos del Estado. Medios alternativos como kaosenlared.net (donde escribía yo), han cerrado porque los costes de los servidores se han disparado por la electricidad, la gente no tiene dinero para donaciones, y sobre todo, porque han recibido algunas multas fuertes por endurecimiento de la legislación sobre el derecho de expresión.

Así como en su día creció el apoyo a Podemos o a Ciudadanosha subido como la espuma el apoyo a la ultraderecha, con fenómenos nuevos. Ya no es la derecha facha nostálgica franquista. Se parece a la de Le Pen en Francia y por eso arrastra a muchísimos trabajadores/as activos o parados descontentos que no han visto en la izquierda ninguna satisfacción a sus aspiraciones, sino al contrario. Es un discurso parecido al del expresidente norteamericano Trump, demagógico con los trabajadores/as del “cinturón del óxido”. Su principal lema es “España y los españoles primero”. No son anti-Unión Europea en la medida en que la U.E. también se está haciendo más xenófoba y agresiva, tras la OTAN, lo que quiere decir, tras los EE.UU.

Nuestra impotencia para imponer un Plan de Paz para Ucrania (yo publiqué una propuesta) hizo que la guerra se enquistase, pese a algún que otro alto el fuego temporal. Desde hace un año las tensiones han ido en aumento allí y en general, porque ya sabían bien lo que se avecinaba. La guerra económica contra Rusia debilitó su economía y también los recursos en tecnología más avanzada para su producción de armamentos y el suministro a su ejército. EE.UU. y la Unión Europea ambicionan el petróleo ruso. Será difícil quitárselo, pero aprovechando el descontento en Rusia, se sabe que han fomentado a las organizaciones disidentes, y esforzado en crear divisiones en las altas esferas del ejército, y entre los territorios que componen la Federación Rusa para desintegrarla y así debilitarla.

China, tan dependiente del petróleo exterior, no tiene bastante con el que le puede dar Rusia, y otros proveedores reservan su producción para Occidente. Por la reducción de emergería y ante el descenso de la demanda mundial de bienes de consumo, China ha entrado en recesión económica, pero ya no podrá salir de ahí, pues se trata esta vez del colapso, no de una mera crisis. El control que el Estado ejerce sobre los trabajadores/as abocados al desempleo, contiene la expresión de las protestas del proletariado chino que asocia la palabra comunismo con el partido en el poder en un sistema capitalista privado-y de Estado, por lo que su desorientación política es muy grande. El gobierno atiza los sentimientos nacionalistas chinos alegando la política exterior hegemonista y agresiva, tanto de los EE.UU.-Japón, como de la Unión Europea. No hay simpatía con los trabajadores/as europeos por su creciente apoyo a la ultraderecha y sus ambiciones imperialistas. No habrá solidaridad entre unos y otros, y se acabaran matando entre sí, como ocurrió en las anteriores dos guerras mundiales, para mayor beneficio de los ricos de sus países respectivos.

Porque cada vez se habla más del riesgo de una guerra mundial entre Occidente-OTAN-Japón-Corea del Sur-Australia, y Rusia-China, pese a lo que eso puede significar por el armamento nuclear; pero fantasean con nuevas armas capaces de neutralizar el armamento ruso-chino y su debilitamiento tecnológico debido a la guerra económica que se mantiene desde 2022. Rusia demostró en Ucrania ser menos fuerte militarmente de lo que se creía, así que eso ha envalentonado a los occidentales más belicistas. Tanto en la U.E. como en los EE.UU y todos los miembros de la OTAN, se está priorizando el suministro de combustible para las Fuerzas Armadas, en previsión además de una larga contienda. Aunque aumentan los recortes en gastos sociales, se ha disparado el presupuesto de “Defensa”. Se especula con que una guerra está próxima, antes de que la crisis de la energía debilite de verdad militarmente al eje occidental, y aprovechando la debilidad de Rusia y la dependencia de China.

El 22-6-2022, kaosenlared.net publicó un artículo mío titulado “Horizonte 2050: superando el capitalismo, o cataclismo. Marco y slogan mundial”, con la entradilla que decía “Necesitamos urgentemente de un eslogan internacional que sirva de marco explicativo y horizonte temporal para impulsar las luchas contra el cambio climático y más problemas, y su confluencia hacia un objetivo común a todas, si de verdad queremos librarnos del cataclismo (social, medioambiental y militar) al que nos conduce el capitalismo en las décadas próximas”

Era sobre todo un “mensaje a navegantes” con una propuesta de campaña de propaganda inmediata para cientos de millones de personas que sirviese para ir preparándolas para lo que se avecinaba, de modo que no les cogiese de sorpresa y tan inermes políticamente como se encuentran ahora, desorientadas y buscando guías y salvadores en la ultraderecha demagógica, que es la que tiene el discurso de las supuestas soluciones más fáciles a costa de otros inocentes que están peor que nosotras, cuestionando lo menos posible el sistema social injusto y a los realmente poderosos y culpables de todo esto. Pero mi propuesta no sirvió para nada. Por correo informé de su publicación a varias organizaciones pero no se molestaron ni en acusarme recibo. Nada nuevo. Lo raro habría sido lo contrario.

Pero debiera haber sido más rotunda y no subestimar el peligro efectivo de entrar en colapso para 2025. Era correcto que no debíamos temer que cientos de millones de personas se asustase, pero también que debíamos tener cuidado para no espantarla contándole de entrada toda la verdad con toda su crudeza (algo que nunca habría oído, y no querría ni atendernos y lo tendría muy fácil para evadirse, se lo ponen “en bandeja”), y que por tanto, había que dosificar el miedo a lo imprescindible ahora para que fuese capaz de empezar a atendernos, espabilase y empezase a movilizase en serio. Pero, al menos nosotros deberíamos haber tenido más claro que la amenaza de entrada en el colapso era inminente, salvo alguna sorpresa improbable, y que, por tanto no había ni un minuto que perder en poner en marcha mi propuesta o en todo caso otra mejor. No lo hice así.

Y aquí estamos, entrando en el ya irreversible temido colapso, porque a diferencia de la crisis de 1929, con esto no salimos ni con una guerra mundial. Y como advertí, con dificultades más que crecientes para poder darle nuestra alternativa, pues vamos a toda velocidad hacia el ascenso de variantes del fascismo y a nuestro particular 1939 con su guerra mundial, pero que esta vez no podrá dar paso a otros “30 gloriosos” años de crecimiento económico (ni energía ni muchos más recursos para ello), sino a más colapso y muy probablemente, directamente, a la extinción de la Humanidad.

No sé cuándo podré hacerte llegar otra reflexión. La policía ya ha iniciado la caza de “los antisistema” y “anti-patriotas” entre los que se encuentra tu abuela. Sin duda nosotros también hemos llegado a nuestro punto de no retorno, a la derrota total y definitiva.

Eres la más joven de mis nietas, y también la más despierta, la que siempre ha demostrado más curiosidad y más preguntas me ha hecho, y ya eres capaz de entender el contenido de esta carta y cuando no, se lo preguntas a tu madre y te lo explicará. Siento mucho haberos fallado. Créeme que me esforcé. Pero lo hicimos fatal. Os dejamos un mundo de mierda. Cuídate, cuidados. Te quiero, os quiero.

Tu abuela, Aurora

MC

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