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Masacres, militarismo y cultura de la crueldad

Phil Hearse

Fuente: Rebelión

A la luz de la reciente oleada de tiroteos masivos en los Estados Unidos, el llamamiento al control de armas de fuego, y censurar a los republicanos y a su base en la Asociación Nacional del Rifle, por detener las medidas serias contra las armas de fuego son obviamente correctos. El acuerdo republicano-demócrata del domingo pasado sobre la verificación de antecedentes para menores de 21 años es solo un pequeño paso adelante. Pero tenemos que profundizar y examinar la cuestión de por qué Estados Unidos está atiborrado de armas, por qué las armas legales e ilegales son tan fáciles de conseguir, por qué la violencia es tan rutinaria en la cultura popular y por qué las armas se han convertido en símbolos fetichizados de la hipermasculinidad, hasta el punto de que un notorio anuncio de un fusil de asalto proclama «Tu tarjeta de virilidad reeditada».

Para llegar al meollo del asunto es necesario ver la violencia armada no como un fenómeno aislado, sino como producto de las características clave del funcionamiento del capitalismo estadounidense y de la cultura popular que genera. Las características centrales de la violencia armada incluyen la policía militarizada, la violencia racista, el aumento de las milicias de extrema derecha, la violencia armada contra las mujeres, un aparato militar que ha masacrado a millones de personas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y la glorificación de la violencia armada en la cultura popular. Y hay un hecho crucial que hay que examinar: de todas las muertes causadas por armas de fuego, el 54 % son suicidios. ¿Qué hace que los jóvenes, principalmente los hombres jóvenes, se suiciden?

El estado de guerra y la cultura popular

Desde todos los puntos de vista, los Estados Unidos tienen el ejército más grande del mundo con el mayor alcance mundial. Más de tres millones de militares están empleados, lo que crea automáticamente una base para la glorificación del ejército, que se ve en películas como Top Gun (y su nueva secuela Top Gun: Maverick) y Oficial y caballero. Esta versión romántica con actores guapos como Tom Cruise y Richard Gere va de la mano de versiones más contundentes que también son glorificadas. Por ejemplo, American Sniper, basado en la autobiografía del francotirador de la élite de los marines Chris Kyle, glorifica a un maníaco homicida que reclamó 255 «muertes», sin duda muchas de ellas de civiles. En la película, Kyle regresa a casa para descubrir que mucha gente no le entiende, pero es él quien está cuerdo y los liberales que se quedan en casa los que están engañados. En la vida real, Kyle fue asesinado a tiros por uno de sus amigos en un campo de tiro, después de dejar las Navy Seals.

La horrible violencia estadounidense también se celebra en la película Black Hawk Down, en la que Ridley Scott describe el rescate de la tripulación de un helicóptero estadounidense derribado en Somalia en 1993, en el que cientos de civiles y paramilitares somalíes murieron en una orgía de violencia durante el intento de rescate. Más realista aún, el vídeo publicado por Wikileaks de la masacre de civiles «Crazy Horse» en Irak, es representado en la famosa instalación pública de Banksy en Nueva York del mismo nombre, que utiliza la voz en off del vídeo de los hechos reales.

Cuando los autores de The New American Century (Nuevo siglo estadounidense) publicaron su tan anunciado informe en 1997, iba a ser un siglo estadounidense, basado en la actualización y renovación del dominio militar estadounidense. Cuatro años más tarde, los ataques del 11 de septiembre proporcionaron la justificación para lanzar las invasiones de Afganistán e Irak, que hasta el momento de la retirada de Estados Unidos de Afganistán el año pasado, habían causado la muerte de varios cientos de miles de personas.

La ideología del militarismo estadounidense se basa en el derecho al liderazgo estadounidense, que a su vez se basa en las ideas del excepcionalismo estadounidense, la idea de que Estados Unidos es una «luz brillante en una colina», el lugar más democrático, próspero y creativo del planeta. Durante el periodo de la «guerra contra el terror», el excepcionalismo estadounidense encajó con las nociones de lo que Edward Said denominó orientalismo, la idea del «choque de civilizaciones» en la que la civilización cristiana occidental (o en algunas versiones judeocristiana) era superior y más racional que las demás, especialmente la musulmana. El orientalismo se plasmó en los escritos de Samuel P. Huntington1y su mentor Bernard Lewis2.

La guerra contra el terrorismo, que ahora ya no es la prioridad de política exterior de los Estados Unidos, se convirtió en la ideología para reemplazar al anticomunismo de la Guerra Fría, desaparecido después del colapso de la Unión Soviética. A su vez, la guerra contra el terrorismo está siendo reemplazada por preparativos para lo que considerarían guerras legítimas contra Rusia y China. En efecto, el Nuevo Siglo Americano había abogado por preparativos que permitieran librar dos guerras importantes simultáneamente (obviamente contra Rusia y China). Las ideologías militares dominantes ahora, la batalla mar-tierra y la dominación multidominio, se basan en la guerra contra China.

La industria armamentística es enorme. El presupuesto militar es de un billón de dólares. Grandes cantidades se invierten en armamentos, tanto de alta tecnología como el arma militar convencional más efectiva del planeta, el caza furtivo F-35, como rifles y artillería de relativamente baja tecnología. La industria armamentística de EE. UU. está profundamente involucrada con las empresas que proporcionan el material informático que los militares necesitan, incluso empresas como Facebook y Amazon proporcionan servicios clave a los militares, en un proceso que William I Robinson llama «acumulación militarizada»3.

Estados Unidos es el mayor exportador mundial de armas, y utiliza su dominio militar para construir alianzas político-militares como la OTAN y el AUKUS (en inglés, Australia-United Kingdom-United States conocido también como Aukus, es una alianza estratégica militar entre Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos, que se anunció públicamente el 15 de septiembre de 2021 para la región del Indo-Pacífico ndt) . Se aprovechan todas las oportunidades para glorificar a las fuerzas armadas de los Estados Unidos, por lo que el Pentágono tiene una oficina permanente en Hollywood, y por lo que el uso de equipo militar real y soldados como extras de películas requiere el acuerdo del Pentágono sobre el contenido de la película. La glorificación de la violencia armada se filtra en la cultura popular a todos los niveles.

Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos se volvió hacia el exterior para fortalecer su propio poder imperial, llevó a cabo actos de violencia genocida en el extranjero, solo equiparables al Holocausto nazi. Probablemente dos millones de personas murieron en Vietnam durante la intervención estadounidense desde principios de la década de 1960 hasta 1975. La mayoría de ellas eran no combatientes.

Una policía militarizada

En 2014, tuvo lugar un levantamiento comunitario en Ferguson Missouri, un suburbio de St Louis, para protestar por el asesinato policial de un vecino, Michael Brown. Tanto los manifestantes como las y los periodistas quedaron asombrados por la respuesta de la policía. Los agentes que se enfrentaron a las manifestaciones estaban todos vestidos con uniformes estilo militar y las armas desplegadas incluyeron ametralladoras pesadas y vehículos blindados. Evidentemente, la policía local se había beneficiado de la venta barata de armas sobrantes de la Guerra del Golfo en 2003. Tampoco los pueblos pequeños pudieron resistir la tentación de tener su propio vehículo blindado, helicóptero o el equipo necesario para construir su propio escuadrón SWAT: Special weapons and tactics ( Especial. Brigadas de Armas y Tácticas) originalmente justificados para su uso contra delincuentes armados. El equipo militar se ha generalizado tanto que cualquier persona sospechosa de delitos menores, como la posesión de drogas para uso personal o la falta de pago del alquiler o una multa, recibirá una visita del SWAT. Los escuadrones SWAT realizan «registros sin llamar», lo que significa irrumpir en las casas con ametralladoras listas. Entre 2010 y 2016, 83 personas murieron durante registros sin aviso, así como 13 policías4. Los registros sin llamar son un caso de profecía autocumplida. Todos los delincuentes o presuntos delincuentes son estereotipados como violentos, y su arresto conduce a tiroteos y muertes.

Durante las protestas de Black Lives Matter en 2020 se utilizaron una serie de servicios armados, como guardias de prisiones o guardias fronterizos, contra las y los manifestantes. El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Seattle utilizó gas CS y «pelotas de goma» contra los manifestantes y realizó cientos de arrestos, a veces con gran brutalidad. Los enfrentamientos mortales con CBP en la frontera mexicana han ido en aumento. En 2010 “solo” seis «ilegales» fueron asesinados por los guardias fronterizos, llegando a 58 muertos en 2021. No hay cifras de cuántos de estos llamados «ilegales» estaban desarmados. De mayo de 2021 hasta mayo de 2022, 1009 personas fueron asesinadas a tiros por la policía estadounidense.

La violencia está anclada en la historia de las fuerzas policiales estadounidenses. En los estados del sur a menudo se les llamaba la «patrulla de esclavos», una declaración abierta de su función de mantener a los esclavos bajo control por la violencia. Las primeras fuerzas policiales se utilizaban a menudo contra el trabajo organizado en general, y las huelgas en particular5 .

Mike Davis sostiene6 que la clase obrera estadounidense y el movimiento obrero han sido socavados y desbaratados por dos cosas: la violencia del Estado y de los patrones, y el racismo, que desde los primeros días del capitalismo estadounidense dividió a la clase obrera, especialmente por la hostilidad hacia la última ola de inmigrantes, por ejemplo, irlandeses, judíos y alemanes.

La violencia contra los manifestantes es moneda corriente. El movimiento Occupy! de 2010-11 fue muy impactado por la violencia policial, un antecedente de la respuesta al movimiento Black Lives Matter. En la memoria viva de muchos de nosotros, el movimiento Panteras Negras de finales de la década de 1960 y principios de la década de 1970 fue aplastado por la violencia policial asesina. El movimiento contra la guerra del mismo período y la protesta estudiantil también se encontraron con enormes cantidades de violencia, simbolizada por la masacre policial en la Universidad Estatal de Kent y el ataque a las y los manifestantes en la conferencia demócrata de 19687. A lo largo de la década de 1960, el movimiento de derechos civiles, inspirado principalmente en tácticas no violentas, fue objeto de cantidades atroces de violencia policial en los Estados del sur. Esta violencia policial fue simbolizada por el asesinato por la policía de tres miembros del Congress of Racial Equality/Congreso de Igualdad Racial (CORE), Michael Schwerner, James Goodman y Andrew Chaney, por parte de la policía en Mississippi8.

Auge de las milicias

El movimiento de milicias de extrema derecha ha ido en aumento desde la década de 1990, pero la elección de Donald Trump en 2016 lo alentó enormemente. Los grupos armados con sus rifles de asalto ocuparon un lugar destacado en el mitin «Unir a la derecha» de Charlottesville en 2017. Según activistas antifascistas, las milicias de derecha han matado a 329 personas desde 1990 (frente a 92 de terroristas islamistas). En Charlottesville, la manifestante antifascista Heather Heyer fue asesinada por el activista fascista James Fields Jr. En 2020, un miembro de la milicia fascista, Kyle Rittenhouse, mató a tiros a dos manifestantes de Black Lives Matter en Kenosha, Wisconsin. Rittenhouse se convirtió en un chico cuya foto era habitual en los carteles de la extrema derecha. Un tribunal de Wisconsin le declaró inocente de asesinato por los absurdos motivos de legítima defensa. No importaba que hubiera viajado desde Illinois para estar presente en una manifestación de Black Lives Matter, permaneciendo fuera después del toque de queda con la aparente aprobación de algunos de los agentes de policía presentes. Tenía un rifle de asalto AR-15 y una pistola, con el fin de «defender la propiedad privada» según la defensa.

Aunque vinieron sin armas de fuego, las milicias desempeñaron un papel clave el 6 de enero de 2021 en el edificio del Capitolio. Nadie sabe realmente el número de personas que hay en las milicias armadas, pero ciertamente es de decenas de miles, y tienen una aprobación generalizada dentro del partido republicano, especialmente después de que Trump les dijera que «estuvieran preparadas» durante su lucha para revocar el resultado de las elecciones presidenciales. El apoyo a las milicias, y probablemente también a afiliación la las mismas, está muy extendido tanto en la policía como en los republicanos.

La violencia armada y la comunidad negra

Las principales víctimas de la violencia armada son las comunidades minoritarias, especialmente la comunidad negra.En los últimos dos años, ha habido tiroteos masivos contra la comunidad negra (en Buffalo, en el Estado de Nueva York) y la comunidad asiática en El Paso, Texas.

Desde 2012, el número de estadounidenses que mueren por la violencia armada ha sido de alrededor de 40.000 al año. De ellos, casi 15 000 lo han sido en la comunidad negra. A pesar de ser solo alrededor del 13 % de la población, las muertes en las comunidades negras constituyen alrededor del 58 % de los asesinatos con armas de fuego, alrededor de 15 000 al año. Solo una proporción muy pequeña de estas muertes son el resultado de tiroteos policiales. Mucho más frecuentes son los tiroteos como resultado de la violencia de las bandas de narcotraficantes. Y esto a su vez refleja las guerras territoriales en esas secciones de los barrios negros controlados por las bandas de narcotraficantes. Lo que refleja la pobreza a una escala gigantesca. La presión sobre los jóvenes de los barrios negros para que se involucren en delitos ligados a las drogas es enorme, brillantemente retratada en la serie de televisión The Wire, basada en Baltimore (y en su equivalente en Londres en la serie de Netflix «Top Boy»).

Violencia armada contra las mujeres

Si bien la violencia armada es algo casi exclusivo de los hombres, esto no es cierto para sus víctimas. Entre 2015 y 2019, más de 11.000 mujeres fueron asesinadas a tiros. Además, cada mes, en promedio 200 mujeres resultan heridas en tiroteos no mortales; más de un millón de mujeres vivas hoy en día han sido amenazadas con violencia armada. Por lo general, las mujeres no participan directamente en bandas de narcotraficantes o milicias. Pero cuando hay más armas que personas en un país en particular, y cuando la violencia armada se glorifica culturalmente, inevitablemente se produce la violencia armada contra las mujeres.

Entre 2015 y 2019, más de 11 000 mujeres fueron asesinadas a tiros. Cada mes, en promedio, 57 mujeres son asesinadas a tiros por su pareja, en otras palabras, la disponibilidad de armas y la ideología de la hipermasculinidad (ver más abajo), se traducen en numerosas muertes de mujeres relacionadas con armas de fuego.

Tampoco es de extrañar que la comunidad LBGTQ+ haya sido víctima de tiroteos masivos, sobre todo el ataque de 2016 contra el club nocturno Pulse en Orlando, Florida, que dejó 49 muertos.

La personalidad neoliberal y la hipermasculinidad

Si millones de estadounidenses jóvenes y de mediana edad usan armas de asalto para «renovar su tarjeta de hombre», hay algo que funciona muy mal, algo incluso patológico, en la cultura dominante. Unas horas dedicadas a usar videojuegos como Full Spectrum Dominance revelan una glorificación de la violencia militarizada y paramilitarizada, así como de individuos superviolentos. La capacidad de dar pruebas de violencia hacia rivales comerciales o de otro tipo se celebra en videojuegos y película tras película. La policía militarizada, la glorificación del ejército en la cultura popular y la amplia disponibilidad de armas de fuego es una mezcla letal que genera ola tras ola de tiradores.

Los republicanos dicen que hay una crisis de salud mental, y que es esto y no las armas lo que provoca los tiroteos masivos. Pero la contraposición de las armas a la crisis de salud mental es insensata, de hecho ambas cosas están estrechamente relacionadas. Las universidades de Estados Unidos y del Reino Unido informan de una crisis de salud mental, especialmente (pero no sólo) de los hombres jóvenes. Son décadas de neoliberalismo, de capitalismo ferozmente competitivo en el que se alaba el individualismo y la capacidad y lucha individuales, en lugar de la solidaridad social. Esta situación ha creado lo que Henry G. Giroux llama una «cultura de la crueldad»9. Esta cultura de la crueldad crea una glorificación del éxito individual y un desprecio por el «fracaso», desde la pobreza hasta la falta de atractivo personal socialmente construido, como resultado de los fracasos individuales, de la inutilidad personal, que pesa mucho sobre los hombres jóvenes. Esto pesa tanto, y probablemente más, en las mujeres jóvenes. Las enormes tasas de suicidio entre los jóvenes son síntomas de esta serie de clichés neoliberales, en los que el «éxito» individual lo es todo, la solidaridad social no es nada o, peor aún, es algo para «inútiles». Sólo los ingenuos y los incapaces se preocupan por los demás.

Las personalidades neoliberales exitosas son generalmente sociópatas, una forma de trastorno de la personalidad en la que la empatía y el cuidado de los demás son imposibles. Las demás personas son herramientas para el éxito, no seres humanos reales con fortalezas y debilidades, y propensos a características humanas como la soledad y la sensación de vacío. La película Up in the Air, en la que George Clooney interpreta a un dirigente itinerante de una empresa que es contratada para recortar plantillas, muestra cómo un ser humano real se debate con un trabajo en el que principalmente tiene que despedir a la gente. Al final choca con la realidad. Una mujer dice que va a salir de la oficina, ir a un puente cerca de su casa y saltar de él. Lo que hace.

Los trastornos neoliberales de la personalidad producen un grupo de altos ejecutivos, oficiales jefes de empresas, hospitales y universidades, así como altos oficiales policiales y militares, que literalmente son sociópatas. Si no instrumentalizaran a los seres humanos, no podrían hacer su trabajo.

Millones de jóvenes y miembros de la clase obrera están siendo tratados como lo que Hilary Clinton llamó «deplorables», personas que son incapaces de tener «éxito» en la ideología deformada del neoliberalismo, lo que suscita una ira masiva, que se muestra en el apoyo masivo a Donald Trump. Esa ira sale a la luz en los mensajes finales de muchos tiradores. Un hecho asombroso es que más del 50 % de las muertes por armas de fuego en los Estados Unidos son suicidios. Un resultado trágico del capitalismo neoliberal y de la amplia disponibilidad de armas.

La hipermasculinidad es una forma de individualismo extremo, el macho alfa de tipo duro que es muy atractivo, rico y que puede «lidiar» todas las dificultades de la vida, si es necesario, a través de la violencia. Y el personaje hipermasculino se puede crear, al menos en parte, a través de la posesión y exhibición de armas mortales.

Genocidio imperial

Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos se abría al exterior para crear su propio poder imperial, llevó a cabo actos de violencia genocida en el extranjero, que solo tienen comparación posible en el mundo de la posguerra con el Holocausto nazi y el trastornado régimen genocida de Pol Pot en Camboya. Alrededor de dos millones de personas murieron en Vietnam durante la intervención estadounidense desde principios de la década de 1960 hasta 1975. La mayoría de ellas eran no combatientes. Cientos de miles de civiles han muerto en Irak y Afganistán. Los bombardeos estadounidenses mataron a más del 10 % de la población de Corea del Norte durante la guerra de Corea10 (el entonces notorio general de la Fuerza Aérea Curtis Lemay dijo que pensaba que era alrededor del 25 %).

Se podrían dar muchos otros ejemplos de violencia estadounidense contra enemigos internacionales. Lo que llama la atención es la forma en que los civiles han sido atacados deliberadamente, o han sido víctimas de la indiferencia estadounidense hacia los «daños colaterales», tal vez lo más sorprendentemente demostrada por la forma en que destruyó Manila en 1944-5 durante su campaña para derrotar a los ocupantes japoneses de Filipinas. Esta indiferencia ante las muertes de civiles se puede poner en paralelo hoy a las tácticas rusas en Siria y Ucrania. Que Estados Unidos sea el líder mundial en matar a oponentes internacionales y civiles, de ninguna manera justifica el propio número de muertes de civiles de Rusia o sus tácticas criminales en Ucrania.

Gracias a su fuerza económica, los Estados Unidos, en la primera mitad del siglo XX, pudieron establecerse como el Estado militarmente más poderoso del mundo, y gracias a esa fuerza militar tomar la cabeza de Occidente en alianzas militares, en particular la OTAN.

Si tienes un Estado que está decidido a preservarse y enriquecerse a través de la fuerza militar y el uso de la violencia; si añades a eso la fácil disponibilidad de armas de uso militar; si añades a esa mezcla una gigantesca crisis social y de salud mental, entonces lo que creas son masacres con armas de fuego.

Un último hecho sorprendente: miles de armas ilegales en los Estados Unidos provienen del ejército. Según Associated Press:

«Los expedientes gubernamentales sobre el Ejército, el Cuerpo de Infantería de Marina, la Armada y la Fuerza Aérea muestran que pistolas, ametralladoras, escopetas y rifles de asalto automáticos han desaparecido de los arsenales, almacenes de suministros, buques de guerra de la Marina, campos de tiro y otros lugares donde se utilizaban, almacenaban o transportaban. Estas armas de guerra desaparecieron debido a puertas abiertas, soldados dormidos, un sistema de vigilancia que no funcionaba, robos y otros fallos de seguridad que, hasta ahora, no se han denunciado públicamente. Si bien AP se centraba en las armas de fuego, también se perdieron o robaron explosivos militares, incluidas granadas perforantes que terminaron en un patio trasero de Atlanta. El robo o la pérdida de armas[ph1] abarcaron el conjunto de las instalaciones militares, afectando a instalaciones de costa a costa, así como en el extranjero. En Afganistán, alguien cortó el candado de un contenedor del Ejército y robó 65 Beretta M9, el mismo tipo de arma encontrado en Albany. El robo pasó desapercibido durante al menos dos semanas, cuando se descubrieron cajas de pistola vacías en el complejo. Las armas no se recuperaron».

Dondequiera que iban los militares, se robaban fusiles y armas de grado militar.

14 de junio de 2022

https://lanticapitaliste.org/opinions/international/etats-unis-massacres-militarisme-et-culture-de-la-cruaute el artículo original en inglés fue publicado Anti*Capitalist Resistance. 14 Junio 2022. : https://anticapitalistresistance.org/massacres-militarism-and-the-culture-of-cruelty/

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

*Phil Hearse es miembro de Anti*Capitalist Resistance y coautor tanto de Creeping Fascism como de System Crash.

Notas:

1https://www.waterstones.com/book/the-clash-of-civilizations/samuel-p-huntington/9780743231497

2https://www.waterstones.com/book/the-crisis-of-islam/bernard-lewis/9780753817520

3See Global Police State, Pluto 2020

4https://counciloncj.foleon.com/policing/assessing-the-evidence/iii-no-knock-warrants-and-police-raids/

5http://america.aljazeera.com/articles/2014/12/22/police-unions-havealwaysbeenalabormovementapart.html

6https://www.versobooks.com/books/2759-prisoners-of-the-american-dream y https://www.versobooks.com/books/3752-set-the-night-on-fire

7https://nmaahc.si.edu/explore/stories/black-panther-party-challenging-police-and-promoting-social-change

8 https://en.wikipedia.org/wiki/Murders_of_Chaney,_Goodman,_and_Schwerner

9https://truthout.org/articles/the-culture-of-cruelty-in-trump-s-america/

10https://www.irishtimes.com/news/world/asia-pacific/unknown-to-most-americans-the-us-totally-destroyed-north-korea-once-before-1.3227633

MC

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