Narciso Isa Conde
El magnate bananero Daniel Noboa será el relevo del banquero
Gustavo Lasso; cuál de los dos, peor. Ambos, producto de la línea
estadounidense que auspicia el asalto directo del gran capital a las
funciones ejecutivas del estado.
A Noboa lo dieron por ganador con un 52 % de las votaciones del
domingo 15 de octubre; y su contrincante correísta, Lucía González,
con el 48%, aceptó su condición de perdedora, dándole el pase a
otro presidente tipo Lasso, Abinader, Piñera, Macri… Noboa es heredero de un emporio bananero y su candidatura fue
sustentada por su consorcio y por elites capitalistas locales y
transnacionales, con respaldo obligado de todas las formaciones
derechistas de Ecuador.
El ascenso a la presidencia de ese joven mega-millonario es la
continuidad agravada de la estrategia neoliberal de Lasso y de la
gran mayoría de gobiernos anteriores, con escasas excepciones,
como los gobiernos correistas. Incluso más ultra.
El imperio empresarial Noboa fue creado por su abuelo Luis,
fundador de Exportadora Bananera Noboa. Hoy, ese Grupo es un
conglomerado empresarial con ramificaciones en distintos sectores
de la economía, que ha sido denunciado en numerosas ocasiones
por “explotación laboral y evasión fiscal”.
Daniel Noboa nació en Miami, estudió Administración de Empresas
en la Universidad de Nueva York, Administración Pública en la
Harvard Kennedy School y Gobierno y Comunicación Política en la
Universidad George Washington. Está casado con la modelo e
“influencer” Lavinia Valbonesi.
Tiene un perfil adecuado para ser moldeado como un enlatado
presidencial “made in usa”, en medio de la crisis que estremece ese
país. Su padre intentó ser presidente 5 veces y no lo logró, porque
entonces los partidos de derecha y sus candidatos orgánicos
conservaban influencia para no dejarse desplazar. Pero ahora el hijo
logró ser el candidato de todas las derechas políticas ecuatorianas.
El tipo es más oligarca que Luis Abinader, uno entre los cinco
principales megamillonarios del Ecuador. Su materia prima, dado el
auge de la privatización de la política, dio para fabricar una nueva
versión empresarial-presidencial a cargo de un Washington Boy.
Si Abinader es un multimillonario, heredero de una fortuna grande
por doble vía, Daniel Noboa es de los superricos del Ecuador,
heredero de un emporio colosal… Si Luis es un instrumento de los
Vicini, Daniel es un Vicini de allá.
La continuidad de esa pesada carga, en medio de una crisis no
superada, no la va a soportar por mucho tiempo el pueblo
ecuatoriano, después del fracaso de fórmulas parecidas. Cualquier
dengue hace de las suyas, allá y aquí. Más allá, que aquí.