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Sobre la marcha del 22 de febrero del 2020 en el Alto Manhattan, NYC

(Algunas notas e ideas)

La emigración dominicana en E. U. (principalmente en la ciudad de Nueva
York, ha manifestado su solidaridad a las causas sociales de su país:

-Desde la época del merengue trujillista “Recogiendo limosna no lo tumban”, que intentó contrarrestar la recolección de fondo para enfrentar la dictadura o las protestas en contra de la invasión norteamericana del 1965.

-Un sector importante de las primera emigraciones se vincularon a partidos y movimientos norteamericanos abiertamente progresistas o de izquierdas, que impulsaron causas como las de a favor de los derechos civiles y
laborales o en contra de la guerra de Vietnam, sin dejar sus vínculos con
el país.

-Las diversas expresiones organizativas de República Dominica a favor de iniciativas reivindicativas a tenido su representación en la ciudad de Nueva York: lucha a favor del medio ambiente y en defensa de los recursos naturales; lucha contra la represión o en contra de las
corrupción y la impunidad.

Así mismo, en las últimas décadas, a la vez que la “diáspora” se involucra en causas locales, esta ha sido una alcancía importante para las campañas electorales de los partidos tradicionales. Son comunes las caravanas y marchas, relativamente significativas, a favor de determinados candidatos de la contienda electoral dominicana; que son casi replicas de las que son comunes en nuestro país, haciéndonos incluso sentir como
si estuviéramos en algún sector de nuestro país; igual que las cenas y
actividades de recolección de fondos, con las mismas promesas clientelista.

A partir de esta tradición mencionada, se puede afirmar que las marchas y protestas de la diáspora no son nada nuevas. Lo que sí es nuevo es:

-La cantidad de manifestante, que llenaron multiples cuadras de arterias importantes del Alto Manhattan y que llevo a las autoridades a tener que parar el tránsito y dejar que los manifestantes tomaran las calles. Se estiman mas 7,000 participantes, según cifras oficiales reveladas por medios de prensa.

-El componente mayoritario de jóvenes y adolescentes; la presencia de familia completas y su carácter auto-convocante, a pesar de que algunos partidos quisieron adueñarse de la convocatoria.

-El componente no era solamente del condado de Manhattan (específicamente el Alto Manhattan) como era tradición en las mayorías de eventos de esta naturaleza. Entre las consignas y pancartas (aunque con una gran fuerza en contra del gobierno, la corrupción y el llamado de “e’ pa’ fuera que van”)  se destacaban exigencias y aspiraciones, más allá de la misma coyuntura electoral, los reclamos de fraude y la exigencia de la renuncia de la JCE y de Danilo Medina.

En las expresiones de los jóvenes se destaca, a nuestro entender, el deseo de un cambio por un mejor país y defensa de la democracia, más allá de los partidos.

-El rescatar su identidad como dominicanos, destacándose los llamados símbolos patrios, así como la defensa de la soberanía. Los jóvenes mostraron un conocimiento de lo que pasa en su país de origen, aunque muchos son de emigraciones muy recientes, teniendo muy fresca en la memoria las carencias y desigualdades de donde provienen.

Pero algunas pancartas y consignas, muestran también que parte de esa juventud están acondicionada a el tipo de democracia que la nación norteamericana promueve e impone a través de la educación y los medios sociales de comunicación; teniendo una visión de la situación internacional distorsionada, sin ver en el horizonte el carácter imperialista de la sociedad que los ha escogido, y que es responsable, como el que más, de nuestras desigualdades y falta progreso; sin olvidar tampoco su responsabilidad en manipular, destruir y masacrar

MC

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