Narciso Isa Conde
El régimen peledeísta está en el suelo.
Carece de autoridad.
Nadie, ni siquiera los que clientelarmente votan por él (cada vez menos), le creen.
Ya está incapacitado para muchas cosas.
Si pretende imponerse con nuevas trampas, se cae; porque el pueblo lo tumba.
Igual pasa con ciertas decisiones urgentes, necesarias para evitar un deterioro mayor de de las condiciones de existencia de nuestro pueblo.
Pero hay cosas peores.
En materia de salud colectiva prácticamente no hay gobierno.
Comparen lo que están haciendo casi todos los países frente a la corona-pandemia, incluyendo Haití, con lo que hace este Estado corrompido y desautorizado, y podrán comprobarlo.
Organizar unas votaciones que implican la movilización de millones de personas y numerosas conglomeraciones en todo el país, en medio de la pandemia del Corona-Virus y de tanta incapacidad en materia de salud pública, es un acto aventurero, aunque lo refrende la OPS.
Aquí es imposible asegurar que el COVID 19 no circula o no puede circular a nivel comunitario; y aun sea así, no es válido exponer a la sociedad a los peligros de una convocatoria masiva en medio de esta volatilidad de la contaminación y alta vulnerabilidad del sistema, de su impactante entorno regional y del dramático cuadro social generado en los últimos 55 años.
No olvidemos que niños y jóvenes pueden ser portadores sin síntomas, tampoco el hecho de fronteras terrestres y marítimas vulnerables, y flujos europeos y norteamericanos que pueden desbordar controles
Esta ha sido una decisión política despojada de sensibilidad humana.
En esa actitud ha predominado el miedo a la agudización de la crisis político-institucional.
La verdad es que presionado por la falta de autoridad y confianza, este régimen no puede suspender esa actividad, mas después de lo que pasó el 16 de febrero.
Si suspende ese proceso político-electoral, aun evidentes los riegos de contaminación, se puede caer.
Nadie le atribuiría bondad a una decisión de ese tipo, aunque la tenga por evitar peligros mayores
La intuición de la gente es tal que no son pocas ya las actividades económicas y negocios deprimidos o totalmente paralizados, sobretodo negocios y eventos artísticos, culturales, deportivos, turísticos.
Este Gobierno está tuche y maniobrando perversamente en variadas vertientes.
El sistema completo está tuche, porque junto al avance de la crisis de gobernabilidad existe una oposición electoralista de parecida calaña que solo piensa en gobernar un Estado podrido para administrar la crisis en desarrollo a beneficio de las elites corrompidas de la partidocracia y de los supe-ricos de aquí y de allá; aun en medio de una depresión económica ya en marcha.
Incluso es muy posible que al consorcio PLD y su gobierno , al que ya prácticamente derrotado solo le queda negociar con el imperio y las derechas opositoras la impunidad de sus jefes, esté apostando al caos y al estado de emergencia que tiende a generar la inminente detonación en grande de la crisis del nuevo Corona- Virus; una crisis amenazante de la salud colectiva montada peligrosamente sobre la multi-crisis que azota –y seguiría azotando- esta sociedad… mientras el pueblo trabajador y la juventud indignada no logren impulsar un CAMBIO RADICAL PRO-CONSTITUYENTE por la vía de la DEMOCRACIA DE CALLE.
