Narciso Isa Conde
Luego de una prudente evaluación del proceso COVID 19-VACUNACIÓN durante varias semanas, de ponderar múltiples factores y de consultar diferentes fuentes de alto nivel científico, Lulú y yo decidimos ponernos ayer en la UASD la tercera dosis de refuerzo con la vacuna PFIZER. Estábamos vacunados con las dos SINOVAC, hace ya cuatro meses y medio.
Las UASD, además, introdujo una importante iniciativa: prepara una investigación para medir el estado inmunológico (o nivel de defensa o auto-defensa) de cada organismo de las personas que accedan a la tercera dosis y acepten voluntariamente someterse a una prueba sanguínea que garantiza esa importante medición.
El asunto consiste en tomarte, con esos fines, una muestra de sangre inmediatamente antes de ponerte la PFIZER-Refuerzo (que no debería ser la única a emplear con esos fines) y otra muestra dentro de 28 días; lo que posibilita evaluar con la técnica correspondiente el real estado inmunológico, antes y después de la tercera dosis y pasado casi un mes de recibir el refuerzo. Apreciamos tanto esa decisión, como los niveles de organización del servicio brindado en esta ocasión.
Eso nos lo habían recomendado hacer, por cuenta propia y en laboratorios privados, calificados especialistas no mercantiles que nos aprecian. En el marco de esa investigación, la UASD lo está ofertando y aplicando gratuitamente a quienes accedan aportar su caso a la investigación y esto abre una buena oportunidad. Saludamos ese esfuerzo.
El Estado dominicano debería ampliar el ejemplo uasdiano de ofertar gratuitamente ese examen del sistema inmunológico, por lo menos antes del refuerzo vacunal, para medir anticipadamente su necesidad.
A mi entender la tercera vacunación en muchos casos es aún más pertinente en las personas más vulnerables –y no solo- frente la entrada al país de nuevas variantes y la amenaza que representa la cepa DELTA, la más agresiva de todas las existentes.
¿Efectos secundarios en nuestros dos casos? Casi ninguno: un dolorcito a nivel de la inyección.
Presentamos estas consideraciones y esta experiencia para ser ponderadas sin apasionamientos y sin rango de dogma o receta obligada.
