La disciplina conciente, no impuesta, regirá la conducta individual y colectiva.
Los errores de métodos, de incumplimiento de responsabilidades y tareas; las fallas políticas y las faltas en las relaciones humanas; serán tratados políticamente con el recurso de la crítica constructiva y la autocrítica superadora, y con los planteamientos persuasivos sin afectación de la membresía y los compromisos de lucha contraídos.
Solo la violación o negación de las líneas programáticas, la negación de los principios éticos de la organización, la traición política, la delación o contubernio con los enemigos de nuestra causa colectiva; el ejercicio de la violencia en la relación de familia o contra camaradas y personas del pueblo y los actos graves de corrupción; serán causas para separar de la estructura y/o suspender toda relación política con los/as camaradas que incurran en esas graves faltas.
El círculo donde se participa o donde se relaciona la persona que cometa la falta, será el encargado de tratarla, sin negar el derecho de otros organismos a ofrecer información y recomendar su puesta en agenda.
En los casos en que por razones excepcionales las faltas graves no se puedan sancionar en los círculos al que pertenece quien o quienes la cometan, la Coordinación Central tomará la decisión final, previa discusión con las partes afectadas, si fuere necesario. La expulsión definitiva y sin discusión previa podría aplicarse en el caso flagrante de pasar a las filas de la contra-revolución y colaborar con el sistema capitalista y sus instrumentos de dominación.
