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Entrevista. «La pregunta no es si Irán responderá, sino cuándo y en qué proporciones»

Philippe Alcoy Y Max Demian

Kaos en la Red

El asesinato del general iraní Soleimani por parte de Estados Unidos en un ataque selectivo amenaza con precipitar una guerra con consecuencias impredecibles. Para comprender mejor la situación, entrevistamos a Philippe Alcoy y Max Demian, miembros del comité editorial del sitio Révolution Permanente de Francia, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario.

Reproducimos a continuación una entrevista a Philippe Alcoy y Max Demian, miembros del comité editorial del sitio Révolution Permanente de Francia, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario.

¿Cómo encaja este ataque en la escalada reciente entre Estados Unidos e Irán?

Max Demian: Para volver a los hechos, debemos ver que esta es una agresión importante y muy grave perpetrada por Estados Unidos. Es parte de todo un ciclo de crecientes tensiones iniciadas por Donald Trump a partir de su decisión de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán y seguir una política de «máxima presión» para doblegar al régimen teocrático con sanciones y asfixia económica. Esta política llevó a Irán a una situación catastrófica y desencadenó una serie de escaladas.

Hubo ataques selectivos contra buques petroleros en el Golfo, seguidos en septiembre por un ataque de drones y misiles contra la infraestructura petrolera en Arabia Saudita, reduciendo a casi la mitad de su producción petrolera del reino saudí. Todo esto equivalió a que el régimen iraní demostrara que no estaba listo para ceder ante la estrategia de presión máxima de Trump. Pero esta vez, el asesinato contra Soleimaini sin duda tendrá consecuencias mucho más importantes.

Philippe Alcoy: De hecho, en los últimos días ha habido una nueva escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán. El viernes pasado, un ataque con misiles contra una base que albergaba soldados y civiles en Irak resultó en la muerte de un contratista paramilitar norteamericano y varios soldados estadounidenses e iraquíes heridos. Washington acusó a una milicia pro iraní, Kataib Hezbollah, y atacó cinco de sus posiciones en Irak, pero también en Siria. En respuesta, los partidarios de Kataib Hezbollah atacaron la embajada estadounidense en Bagdad, lo que provocó la brutal respuesta norteamericana que culminó con el asesinato del principal general iraní Qassem Soleimani, pero también del líder de la milicia Kataib Hezbollah, Abu Mahdi al-Muhandis.

Es un golpe para Irán. Soleimani fue quien pensó y dirigió la política regional iraní durante varias décadas. Irán puede, a pesar de la muerte de Soleimani, continuar llevando a cabo su política regional, por supuesto. Pero es obvio que los norteamericanos querían de alguna manera «decapitar» al liderazgo político-militar iraní en la región, y en particular en Irak, y desde este punto de vista obtuvieron una victoria importante. Y esto tendrá consecuencias incluso en el caso de una confrontación directa entre Estados Unidos e Irán: Teherán pierde a uno de sus generales más experimentados y capaces de organizar y llevar a cabo tal confrontación.

¿Existe un riesgo de escalada entre los dos países?

PA : No solo existe un «riesgo de escalada» sino un riesgo real de guerra entre Estados Unidos e Irán. En este sentido, Estados Unidos acaba de anunciar el envío de 3.000 soldados adicionales a la región. Es una agresión imperialista muy importante que impacta incluso entre los líderes occidentales.

Por lo tanto, la pregunta no es si Irán responderá, sino cuándo y en qué proporciones. Dada la desproporción de fuerzas entre los dos estados, lo más probable es que Irán ataque a un aliado estadounidense en la región, como Israel o Arabia Saudita. Pero Irán también podría decidir realizar ataques desde sus posiciones en Yemen o en el Líbano. Los ataques contra diplomáticos en la región no deben ser excluidos, como así tampoco contra las bases militares estadounidenses en el Golfo Pérsico (Bahrein y Qatar especialmente). Una acción más arriesgada, pero en esta etapa no podemos excluir nada, sería un ataque contra un portaaviones estadounidense.

¿Cuál puede ser la respuesta de Irán en esta situación y dado el riesgo de escalada?

MD: Para Irán es muy difícil no responder, además ya han anunciado que responderán, pero al mismo tiempo esta situación revelará sus debilidades y contradicciones. Responder a la altura de la ofensiva estadounidense expone a Irán a una guerra devastadora. El régimen ya está en una situación desesperada debido a las sanciones estadounidenses. Irán ha experimentado recientemente levantamientos populares que ha sofocado con sangre e imponiendo un apagón informático generalizado. Por otra parte las posiciones en su esfera de influencia se han desestabilizado, especialmente en el Líbano e Irak, por los levantamientos populares en curso que cuestionan la injerencia iraní en esos países.

Trump confía en las contradicciones del régimen iraní. Hasta ahora su política de máxima presión buscaba debilitar significativamente a Irán, evitando el riesgo de un conflicto mayor. Pero este ataque cambia el juego. Washington apuesta a que es hora de asestar un golpe decisivo a Irán. Está claro que para Estados Unidos fue una maniobra arriesgada, pero que les permite tener el juego en sus manos. En este sentido, también debemos ver que estos ataques llegan en un momento crucial para Trump, en medio de la campaña por su reelección, y mientras Corea del Norte reanuda su programa nuclear, lo que significa el fracaso de la política de negociación puesta en escena por Trump.

PA: Si Irán no responde al desafío, será una derrota con implicancias importantes para el régimen. Si responden proporcionalmente, será un mayor riesgo de guerra, con consecuencias aún peores que en Siria, e incluso posiblemente fatal para el régimen. Las únicas personas que pueden decidir una no escalada aún más dramática son los norteamericanos. Pero para eso, necesitan una victoria, es decir que la respuesta iraní sea proporcionalmente inferior a la de ellos.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias en la región dados los levantamientos populares en muchos países?

MD: El régimen iraní tiene posiciones en muchos países vecinos que hoy están desestabilizadas por el regreso de la lucha de clases. Este es particularmente el caso en Irak, donde los manifestantes corearon consignas anti-iraníes, denunciando la corrupción de las élites y la interferencia de Irán en los asuntos internos del país. Tenemos que ver cómo la situación influirá en las manifestaciones en Irak, pero es posible que este ataque refuerce el sentimiento de unidad contra el imperialismo, aunque las milicias iraníes en Irak no son populares entre la población.

Al mismo tiempo, la posición de Irak con respecto a los Estados Unidos es ambivalente. Irak depende en términos económicos, políticos y militares tanto de Irán como de Estados Unidos. Los años de la guerra imperialista dejaron al país en ruinas y sin una estructura estatal funcional. Esta es una de las razones por las cuales el Gobierno iraquí no ha exigido la retirada de las tropas estadounidenses, al menos hasta ahora. Una vez más, este ataque podría cambiar el juego: tendremos que ver cuál será la respuesta del Gobierno iraquí a esta gran agresión imperialista en su territorio.

Las consecuencias de este ataque siguen siendo en gran medida impredecibles. Ya sea en lo político, militar o incluso en los efectos sobre el precio del petróleo, que aumentó en un 3% después del ataque. Una cosa es cierta, el accionar del imperialismo vuelve a llevar a la región al borde de una guerra. Es esencial que los sectores que se están movilizando hoy en la región y en todo el mundo, la clase trabajadora, la juventud, los movimientos de mujeres y las minorías se unan contra esta gran agresión del imperialismo, mientras denuncian la política reaccionaria de los poderes regionales, que buscará capitalizar la situación para relegitimarse en un momento en que las revueltas populares amenazan con derribarlos. Solo la acción internacionalista de la clase obrera puede poner fin a los ciclos de agresión y guerra que están destruyendo a la región.

PA: De hecho, esta agresión del imperialismo norteamericano sin duda tendrá un impacto en las movilizaciones populares en curso en la región. En Irak, fue sobre todo la población chiíta la que se manifestó contra el régimen e incluso contra la interferencia iraní (lo que no significa que fuera hostil a la población iraní). Este ataque puede representar una oportunidad para que el reaccionario régimen iraní recupere influencia entre los chiítas iraquíes presentándose como garante de la soberanía iraquí sobre los estadounidenses.

Es muy paradójico pero es una posibilidad. También es paradójico que sea el asesinato de Soleimani lo que abre esta oportunidad al régimen iraní en la región. El general comenzaba a ser muy cuestionado, particularmente en Irak, porque dirigió directamente la represión contra los manifestantes para mantener el status quo.

Sobre este punto, me gustaría hacer un comentario sobre el ataque a la Embajada de los Estados Unidos. De hecho, desde octubre pasado, uno de los puntos geográficos más importantes de confrontación se ha ubicado en la entrada de la llamada «zona verde» en Bagdad, que alberga instituciones estatales, pero también embajadas extranjeras, incluida la de Estados Unidos. Entonces, mientras las milicias pro iraníes dispararon balas de plomo a los jóvenes y trabajadores que querían manifestarse contra el régimen en esta área de la ciudad, la liberaron para que los milicianos y sus partidarios se manifestaran y lograran ingresar a la Embajada estadounidense.

Es un pequeño ejemplo del carácter de la influencia iraní en Irak y la región. Soleimani era un general nefasto que comenzó a ser odiado por los trabajadores y jóvenes iraquíes movilizados, así como a todo el régimen corrupto establecido desde 2003 por Irán y Estados Unidos. Sin embargo, no es de la mano del imperialismo que los explotados podrían deshacerse de este régimen aberrante. En este sentido, el asesinato de Soleimani sigue siendo una agresión imperialista y de ninguna manera es una buena noticia para los trabajadores y los jóvenes. Son los trabajadores y las clases explotadas y los oprimidos los que se deshacen de sus verdugos.

MC

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