II Congreso Caamañista Quienes Somos Tesis

Tesis VI: EL CAPITALISMO ES UN SISTEMA AMBIENTALMENTE INSOSTENIBLE

La humanidad se encuentra ante amenazas que comprometen el presente y futuro de la civilización y conspiran contra su propia presencia en el planeta.

El modelo actual de desarrollo conduce a un rápido agotamiento de la base natural de recursos y provoca el empobrecimiento progresivo y continuo de grandes masas humanas en todo el planeta, alcanzando niveles dramáticos en los países más empobrecidos, pero afectando también a las clases trabajadoras de los países más desarrollados.

Estas tendencias… son en realidad el producto de la racionalidad capitalista, que procura la expansión del capital y sus ganancias a cualquier costo.

  • SIN SUPERAR AL CAPITALISMO NO SE SUPERA LA CRISIS AMBIENTAL.

La racionalidad ambiental capitalista se fundamenta en tres ejes:

1.- La riqueza es producida en un sistema basado en el valor de cambio y no en el valor de uso y, por lo tanto, necesita la escasez para su funcionamiento.

2.- Las necesidades deben ser creadas y la escasez institucionalizada con el fin de mantener una demanda suficiente para la expansión del Capital.

3.-La satisfacción de necesidades reales (valor de uso) no es objeto primario de la producción capitalista.

El régimen capitalista crea un flujo continuo de capitales, bienes y riquezas desde las bases de la sociedad hacia las clases dominantes, mientras generan un flujo continuo de empobrecimiento hacia las grandes masas trabajadoras y sectores empobrecidos.

La racionalidad económico-política de las sociedades capitalistas conduce necesariamente a la degradación ambiental y al empobrecimiento humano.

Riqueza y Pobreza (degradación, contaminación, hacinamiento, carencia de recursos) se generan de manera simultánea en el mismo proceso productivo y ambas son desigualmente distribuidas, lo que constituye la manifestación objetiva de Lo Ambiental.

El deterioro ambiental es la disminución de la capacidad de la naturaleza para satisfacer necesidades biológicas, culturales, sociales o económicas. Al estar todo orientado a la ampliación del capital y no a la satisfacción de necesidades, se incrementará la pobreza independientemente de la productividad.

En lugar de crear progreso social (capacidad de satisfacción de necesidades), el desarrollo de la productividad bajo la racionalidad del capital conduce a intensificar la explotación de la fuerza de trabajo, las opciones de producción desconectadas de las necesidades sociales y ecológicas, y las crisis crónicas de sobreproducción y de agotamiento y menoscabo de fuentes de recursos.

Si el origen de la crisis ecológica contemporánea está en esa realidad, las respuestas exigen una modificación del funcionamiento de las sociedades humanas.

El combate ecológico se alía así al combate por la transformación social, dado que lo ambiental no constituye una esfera separada de los contrastes sociales y las relaciones de poder.

Es imposible, por tanto, ser revolucionario sin incorporar lo ambiental al conjunto de objetivos políticos en la lucha por la liberación plena de la humanidad y a los esfuerzos transformadores de nuestras sociedades

  • CRISIS AMBIENTAL, DESPOJO SOCIAL Y LUCHA REVOLUCIONARIA

Los recursos son algo más que simples materias primas extraíbles de la naturaleza. Son objetos complejos que emanan de una relación socio-natural que involucra un gran número de actores sociales y procesos.

La historia de la humanidad está atravesada por la evolución de esa construcción y de sus consecuencias en las diversas sociedades.

La primera invasión norteamericana a República Dominicana sentó las bases jurídicas para la apropiación privada de porciones significativas del territorio, generando un flujo continuo de bienes y capitales hacia los grupos oligárquicos favorecidos y empobreciendo continuamente al resto de la población.

La apropiación de la naturaleza dominicana, vía apropiación del territorio, ha sido la base para la apropiación del trabajo social. No es casual que quienes ejecutaron el mayor despojo contra la nación sacralicen hoy la propiedad privada y vean en ella “la base para la convivencia en el sistema jurídico-político del país”.

Será imposible la recuperación de la función social del territorio y la reversión de las tendencias a la degradación ambiental sin la recuperación por la sociedad de los recursos naturales y la priorización de la conservación de su capacidad para la creación de valor de uso y superación del modelo de explotación en que se sostiene.

La lucha política y ambiental tienen, pues, una agenda común, objetivos comunes y se necesitan mutuamente, ya que liberar al ser humano y a la naturaleza es una misma tarea.

  • INDICADORES AMBIENTALES EVIDENCIAN GRAVEDAD DE LA CRISIS Y EXIGEN ACCIONES Y POLÍTICAS URGENTES.

Los problemas ambientales no tienen solución en el marco capitalista, pero no se debe esperar a la desaparición del sistema para preocuparse por resolver esos problemas y por los métodos necesarios para medir el valor de uso, los niveles de degradación y las tendencias dominantes en la base de recursos naturales.

Es necesario evidenciar sus efectos y librar las batallas concretas en el territorio, mientras se crean articulaciones capaces de ir más allá de las reivindicaciones puntuales.

En RD es cada vez menor la cantidad de agua disponible y en las regiones hidrológicas del Yaque del Norte, Yaque del Sur, Ozama-Nizao, la situación es tan crítica que ya la disponibilidad es inferior a la demanda.

Pero se sigue tratando de imponer la política de expansión de las concesiones de exploración (Cordillera Central, Sierra de Yamasá y parte de la Septentrional) y perduran graves amenazas de explotación (Falcondo en Loma Miranda, Gold Quest en SJM, Uni-Gold en Restauración…) que comprometen los nacimientos y las zonas de captación de agua, avanzando en dirección a la apropiación privada de este recurso y a su conversión en mercancía.

Las explotaciones mineras de Barrick Gold, FALCONDO, CORMIDOM, la extracción de agregados y la destrucción de las márgenes y bermas de los ríos en todo el territorio nacional, la disminución de la capacidad productiva de los suelos, la vulnerabilidad ante eventos climáticos y agentes biológicos en la producción de alimentos, la intervención en las áreas protegidas de grupos con poder económico o político, así como el deterioro general de la calidad ambiental en ciudades, espacios suburbanos y rurales, son las consecuencias de un modelo que privilegia las ganancias por encima de cualquier otra meta y que debe ser confrontado en cada caso concreto sabiendo que constituyen metas en un proceso que solo podrá dar resultados verdaderos con la derrota total del sistema social que los genera.

Las luchas ambientales y las luchas sociales en la R.D. constituyen parte de un solo proceso de construcción de conciencia revolucionaria.

Impulsar y potencializar la resistencia a las políticas ambientales, contribuir a la organización de las comunidades, trabajadores, campesinos y sectores en lucha por reivindicaciones de carácter ambiental debe ser tarea prioritaria para el Movimiento Caamañista y las fuerzas transformadoras en el país.

Las amenazas ambientales locales son parte de amenazas globales, por lo que las luchas locales necesariamente tienen que articularse a las redes de resistencia que combaten la racionalidad capitalista a escala regional, continental y planetaria.  Debemos articularnos y promover el internacionalismo ambiental revolucionario.

  •  MÁS QUE CONSIGNAS E INTENCIONES.

Los procesos de degradación ambiental, consustanciales a los procesos de transformación de la naturaleza pueden generarse bajo cualquier racionalidad, pero solo pueden solucionarse cuando el objetivo primario de la producción es la satisfacción de necesidades; obviando el consumismo y asumiendo desde una perspectiva social, colectiva, consciente y consensuada el control y la distribución de los bienes y los “males” derivados de la transformación de la naturaleza.

El triunfo de procesos de transformación social encontrará entre sus principales obstáculos la cultura precedente de relacionamiento con la naturaleza. Esta reflexión es necesaria para quienes pretendemos crear poder popular para transformar la sociedad.

MC

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